Löydetty 119 Tulokset: impuro

  • El que toque algún mueble sobre el que ella se haya sentado, deberá lavar su ropa y bañarse con agua, y será impuro hasta la tarde. (Levítico 15, 22)

  • Si alguien toca un objeto que está sobre el lecho o sobre el mueble donde ella se sienta, será impuro hasta la tarde. (Levítico 15, 23)

  • Si un hombre se acuesta con ella, la impureza de la mujer se transmite a él; será impuro durante siete días, y cualquier lecho sobre el que se acueste, será impuro. (Levítico 15, 24)

  • Todo lecho en el que se acueste y todo mueble sobre el que se siente será impuro, lo mismo que durante el período menstrual. (Levítico 15, 26)

  • El que los toque será impuro: deberá lavar su ropa y bañarse con agua, y será impuro hasta la tarde. (Levítico 15, 27)

  • Cualquiera, sea nativo o extranjero, que coma un animal muerto o despedazado por las fieras, deberá lavar su ropa y bañarse con agua, y será impuro hasta la tarde. Después será puro. (Levítico 17, 15)

  • No tendrás relaciones con la mujer de tu prójimo, haciéndote impuro con ella. (Levítico 18, 20)

  • No tendrás trato sexual con una bestia, haciéndote impuro con ella; y ninguna mujer se ofrecerá a un animal para unirse con él: es una perversión. (Levítico 18, 23)

  • Ningún descendiente de Aarón que sea leproso o padezca de blenorrea, podrá comer de los dones sagrados hasta que quede purificado. Si alguien toca lo que se ha vuelto impuro a causa de un cadáver, o si tiene una eyaculación, (Levítico 22, 4)

  • o si toca algún animal o algún ser humano que lo hace impuro -cualquiera sea la clase de impureza- (Levítico 22, 5)

  • si alguien toca algo de eso, será impuro hasta la tarde y no comerá de las cosas sagradas sin lavarse antes con agua. (Levítico 22, 6)

  • Si se trata de un animal impuro, que no puede ser presentado como ofrenda al Señor, será presentado ante el sacerdote, (Levítico 27, 11)


“O temor e a confiança devem dar as mãos e proceder como irmãos. Se nos damos conta de que temos muito temor devemos recorrer à confiança. Se confiamos excessivamente devemos ter um pouco de temor”. São Padre Pio de Pietrelcina