Löydetty 449 Tulokset: jacob y la bendición

  • Después dije: ¡Escuchen, jefes de Jacob y magistrados de la casa de Israel! ¿No les corresponde a ustedes conocer el derecho, (Miqueas 3, 1)

  • Yo, en cambio, gracias al espíritu del Señor, estoy lleno de fuerza, de justicia y de coraje, para denunciar su rebeldía a Jacob y su pecado a Israel. (Miqueas 3, 8)

  • ¡Escuchen esto, jefes de la casa de Jacob y magistrados del pueblo de Israel, ustedes, que abominan la justicia y tergiversan el derecho, (Miqueas 3, 9)

  • y acudirán naciones numerosas, que dirán: "¡Vengan, subamos a la Montaña del Señor y a la Casa del Dios de Jacob! Él nos instruirá en sus caminos y caminaremos por sus sendas". Porque de Sión saldrá la Ley y de Jerusalén, la palabra del Señor. (Miqueas 4, 2)

  • Entonces, el resto de Jacob será, en medio de pueblos numerosos, como rocío que baja del Señor, como chaparrón sobre la hierba, que no espera en el hombre ni aguarda nada de los seres humanos. (Miqueas 5, 6)

  • Entonces, el resto de Jacob será entre las naciones, en medio de pueblos numerosos, como un león entre los animales de la selva, como un cachorro de león entre los rebaños: cuando él pasa, pisotea y destroza, sin que nadie pueda librar. (Miqueas 5, 7)

  • Manifestarás tu lealtad a Jacob y tu fidelidad a Abraham, como lo juraste a nuestros padres desde los tiempos remotos. (Miqueas 7, 20)

  • Sí, el Señor ha restaurado la viña de Jacob y la viña de Israel. Los salteadores las habían saqueado y habían destruido sus sarmientos. (Nahún 2, 3)

  • ¿Queda aún semilla en el granero? ¿Todavía no han dado nada la vid, la higuera, el granado y el olivo? A partir de este día, yo daré mi bendición. (Ageo 2, 19)

  • Y así como ustedes, pueblo de Judá y pueblo de Israel, fueron una maldición entre las naciones, así yo los salvaré, y ustedes serán una bendición. ¡No teman! ¡Que sus manos se fortalezcan! (Zacarías 8, 13)

  • ¡Yo los he amado!, dice el Señor, y ustedes dicen: "¿En qué nos has amado?". ¿Esaú no era el hermano de Jacob? -oráculo del Señor-. Sin embargo, yo amé a Jacob (Malaquías 1, 2)

  • Al hombre que hace esto, que el Señor le arranque de los campamentos de Jacob al testigo, al garante y aun al que presenta la ofrenda al Señor de los ejércitos. (Malaquías 2, 12)


“É necessário manter o coração aberto para o Céu e aguardar, de lá, o celeste orvalho.” São Padre Pio de Pietrelcina