Löydetty 240 Tulokset: libro de Esdras

  • Entonces Jilquías tomó la palabra y dijo a Safán, el secretario: "He encontrado el libro de la Ley en la Casa del Señor". Jilquías entregó el libro a Safán, (II Crónicas 34, 15)

  • Luego el secretario Safán anunció al rey: "Jilquías, el sacerdote, me ha dado un libro". Y Safán lo leyó delante del rey. (II Crónicas 34, 18)

  • "Vayan a consultar al Señor por mí y por el resto de Israel y de Judá, acerca de las palabras del libro que ha sido encontrado. Porque es grande el furor del Señor que se ha derramado sobre nosotros, ya que nuestros padres no han observado la palabra del Señor y no han obrado conforme a todo lo que está escrito en este libro". (II Crónicas 34, 21)

  • Así habla el Señor: Yo voy a traer una desgracia sobre este lugar y sobre sus habitantes, cumpliendo así todas las maldiciones escritas en el libro que han leído ante el rey de Judá. (II Crónicas 34, 24)

  • Luego subió a la Casa del Señor, acompañado de todos los hombres de Judá y de los habitantes de Jerusalén -los sacerdotes, los levitas y todo el pueblo, desde el más grande al más pequeño- y les leyó todas las palabras del libro de la Alianza, que había sido hallado en la Casa del Señor. (II Crónicas 34, 30)

  • Después, de pie sobre su estrado, el rey selló delante del Señor la alianza que obliga a seguir al Señor y a observar sus mandamientos, sus testimonios y sus preceptos, de todo corazón y con toda el alma, poniendo en práctica las palabras de la alianza escritas en aquel libro. (II Crónicas 34, 31)

  • Además, cuando daban su parte a los grupos de familias de la gente del pueblo, separaban lo que se debía ofrecer al Señor en holocausto, como está escrito en el libro de Moisés. E hicieron lo mismo con los bueyes. (II Crónicas 35, 12)

  • y todo lo que él hizo, desde el comienzo hasta el fin, está escrito en el Libro de los reyes de Israel y de Judá. (II Crónicas 35, 27)

  • El resto de los hechos de Joaquím, las abominaciones que cometió y todo lo que recayó sobre él está escrito en el Libro de los reyes de Israel y de Judá. Su hijo Joaquím reinó en lugar de él. (II Crónicas 36, 8)

  • Después establecieron a los sacerdotes según sus categorías y a los levitas según sus clases, para el servicio de Dios en Jerusalén, como está escrito en el libro de Moisés. (Esdras 6, 18)

  • Después de estos acontecimientos, bajo el reinado de Artajerjes, rey de Persia, llegó desde Babilonia Esdras, hijo de Seraías, hijo de Azarías, hijo de Jilquías, (Esdras 7, 1)

  • Esdras era un escriba muy versado en la Ley de Moisés, que había sido dada por el Señor, el Dios de Israel. Como la mano del Señor, su Dios, estaba con él, el rey le concedió todo lo que pedía. (Esdras 7, 6)


“A caridade é o metro com o qual o Senhor nos julgará.” São Padre Pio de Pietrelcina