Löydetty 298 Tulokset: lista de pueblos
Yo los recibiré a ustedes con un perfume de aroma agradable, cuando los haga salir de entre los pueblos y los reúna de entre los países donde estaban dispersos, y por medio de ustedes pondré de manifiesto mi santidad a los ojos de las naciones. (Ezequiel 20, 41)
Llegarán contra ti desde el Norte, con carros y rodados, al frente de una multitud de pueblos, y te atacarán por todas partes con escudos y cascos. Yo los encargaré del juicio, y ellos te juzgarán conforme a sus leyes. (Ezequiel 23, 24)
por eso yo extenderé mi mano contra ti; te entregaré como presa a las naciones, te extirparé de entre los pueblos, y te haré desaparecer de entre los países y te aniquilaré: así sabrás que yo soy el Señor. (Ezequiel 25, 7)
Hijo de hombre, porque Tiro se ha reído de Jerusalén, diciendo: "¡La ‘Puerta de los pueblos’ se ha roto a pedazos! ¡Ha llegado mi turno: yo me llenaré de riquezas, ahora que ella está en ruinas!". (Ezequiel 26, 2)
Porque así habla el Señor: Yo voy a traer contra Tiro, desde el Norte, a Nabucodonosor, rey de Babilonia, rey de reyes, y él vendrá con caballos, carros de guerra y jinetes, y con una coalición de pueblos numerosos. (Ezequiel 26, 7)
Tú le dirás a Tiro, la que tiene su trono sobre los puertos del mar y trafica con los pueblos hasta en las costas más lejanas: Así habla el Señor: Tiro, tú decías: "Yo soy una nave de perfecta hermosura". (Ezequiel 27, 3)
Cuando se desembarcaban tus mercaderías, saciabas a muchos pueblos; con tus muchas riquezas y tus mercancías enriquecías a los reyes de la tierra. (Ezequiel 27, 33)
Los mercaderes de los pueblos silban a causa de ti; te has convertido en un motivo de espanto y no existirás nunca más". (Ezequiel 27, 36)
Todos los pueblos que te conocen están consternados por ti; te has convertido en un motivo de espanto y no existirás nunca más. (Ezequiel 28, 19)
Así habla el Señor: Cuando yo reúna a la casa de Israel de entre los pueblos en que ha sido dispersada, manifestaré mi santidad por medio de ellos, a los ojos de las naciones. Ellos habitarán en su propio suelo, el que di a mi servidor Jacob: (Ezequiel 28, 25)
vivirán seguros en él, construirán casas, plantarán viñas y habitarán seguros, cuando yo inflija un justo castigo a todos los pueblos vecinos que la desprecian. Así se sabrá que yo soy el Señor, su Dios. (Ezequiel 28, 26)
Porque así habla el Señor: Al cabo de cuarenta años, reuniré a los egipcios de entre los pueblos en los que habían sido dispersados. (Ezequiel 29, 13)