Löydetty 592 Tulokset: lista de reyes derrotados por josué
a causa de todo el mal que los hijos de Israel y los hijos de Judá han cometido para agraviarme: ellos, sus reyes, sus príncipes, sus sacerdotes y sus profetas, los hombres de Judá y los habitantes de Jerusalén. (Jeremías 32, 32)
Porque así habla el Señor, el Dios de Israel, acerca de las casas de esta ciudad y de las casas de los reyes de Judá, derribadas para levantar terraplenes y empalizadas, (Jeremías 33, 4)
sino que morirás en paz. Y así como se quemaron perfumes por tus padres, los reyes antiguos que te han precedido, así se quemarán perfumes por ti, y se entonará por ti la lamentación: "¡Ay Señor!". Esta es la palabra que yo te he dicho -oráculo del Señor-. (Jeremías 34, 5)
Por eso, así habla el Señor: Ustedes no me han escuchado, proclamando cada uno la liberación de su hermano y de su prójimo. Ahora, yo proclamo para ustedes una liberación -oráculo del Señor-: los dejo librados a la espada, a la peste y al hambre, y los convertiré en un motivo de horror para todos los reyes de la tierra. (Jeremías 34, 17)
¿Acaso han olvidado la maldad de sus padres, la maldad de los reyes de Judá y la de sus príncipes, la maldad de ustedes mismos y de sus mujeres, cometidas en el país de Judá y en las calles de Jerusalén? (Jeremías 44, 9)
Por el contrario, llevaremos a cabo la promesa que ha salido de nuestra boca: quemaremos incienso a la Reina de los cielos y le haremos libaciones, como lo hacíamos nosotros y nuestros padres, nuestros reyes y nuestros príncipes, en las ciudades de Judá y en las calles de Jerusalén. Entonces nos saciábamos de pan, éramos felices y no veíamos la desgracia. (Jeremías 44, 17)
"¿Acaso el Señor no recordó y tuvo bien presente ese incienso que ustedes quemaban en las ciudades de Judá y en las calles de Jerusalén, ustedes y sus padres, sus reyes y sus príncipes, y también el pueblo del país? (Jeremías 44, 21)
Pero ¿qué es lo que veo? ¡Están aterrados, retroceden! Sus guerreros son derrotados, huyen a la desbandada, sin mirar para atrás. ¡Cunde el terror por todas partes! -oráculo del Señor-. (Jeremías 46, 5)
El Señor de los ejércitos, el Dios de Israel, ha dicho: "Yo voy a castigar a Amón de No, al Faraón y a Egipto, a todos sus dioses y a sus reyes, al Faraón y a los que confían en él. (Jeremías 46, 25)
Para Quedar y los reinos de Jasor, derrotados por Nabucodonosor, rey de Babilonia. Así habla el Señor: ¡De pie! ¡Al asalto de Quedar! ¡Devasten a los hijos del Oriente! (Jeremías 49, 28)
¡Miren! Un pueblo viene del Norte, una gran nación y reyes numerosos surgen desde el confín de la tierra. (Jeremías 50, 41)
Le habló amigablemente y le asignó un sitial más elevado que el de los reyes que estaban con él en Babilonia. (Jeremías 52, 32)