Löydetty 419 Tulokset: poder militar

  • A pesar de todo, Pablo y Bernabé prolongaron su estadía y hablaban con toda libertad, confiados en el Señor que confirmaba el mensaje de su gracia, dándoles el poder de realizar signos y prodigios. (Hechos 14, 3)

  • Así, por el poder del Señor, la Palabra se difundía y se afian zaba. (Hechos 19, 20)

  • Ahora los encomiendo al Señor y a la Palabra de su gracia, que tiene poder para construir el edificio y darles la parte de la herencia que les corresponde, con todos los que han sido santificados. (Hechos 20, 32)

  • y constituido Hijo de Dios con poder según el Espíritu santificador, por su resurrección de entre los muertos. (Romanos 1, 4)

  • Yo no me avergüenzo del Evangelio, porque es el poder de Dios para la salvación de todos los que creen: de los judíos en primer lugar, y después de los que no lo son. (Romanos 1, 16)

  • ya que sus atributos invisibles -su poder eterno y su divinidad- se hacen visibles a los ojos de la inteligencia, desde la creación del mundo, por medio de sus obras. Por lo tanto, aquellos no tienen ninguna excusa: (Romanos 1, 20)

  • plenamente convencido de que Dios tiene poder para cumplir lo que promete. (Romanos 4, 21)

  • Sabemos que Cristo, después de resucitar, no muere más, porque la muerte ya no tiene poder sobre él. (Romanos 6, 9)

  • Porque la Escritura dice al Faraón: Precisamente para eso te he exaltado, para que en ti se manifieste mi poder y para que mi Nombre sea celebrado en toda la tierra. (Romanos 9, 17)

  • ¿Qué podemos reprochar a Dios, si queriendo manifestar su ira y dar a conocer su poder, soportó con gran paciencia a quienes atrajeron su ira y merecieron la perdición? (Romanos 9, 22)

  • Porque la autoridad es un instrumento de Dios para tu bien. Pero teme si haces el mal, porque ella no ejerce en vano su poder, sino que está al servicio de Dios para hacer justicia y castigar al que obra mal. (Romanos 13, 4)

  • por el poder de signos y prodigios y por la fuerza del Espíritu de Dios. Desde Jerusalén y sus alrededores hasta Iliria, he llevado a su pleno cumplimiento la Buena Noticia de Cristo, (Romanos 15, 19)


“Não queremos aceitar o fato de que o sofrimento é necessário para nossa alma e de que a cruz deve ser o nosso pão cotidiano. Assim como o corpo precisa ser nutrido, também a alma precisa da cruz, dia a dia, para purificá-la e desapegá-la das coisas terrenas. Não queremos entender que Deus não quer e não pode salvar-nos nem santificar-nos sem a cruz. Quanto mais Ele chama uma alma a Si, mais a santifica por meio da cruz.” São Padre Pio de Pietrelcina