Löydetty 419 Tulokset: poder militar

  • Joab presentó al rey las cifras del censo de la pobla- ción, y resultó que en Israel había 800.000 hombres aptos para el servicio militar, y en Judá 500.000. (II Samuel 24, 9)

  • En ese tiempo, Edóm se rebeló contra el poder de Judá y se estableció un rey. (II Reyes 8, 20)

  • Así se independizó Edóm del poder de Judá, hasta el día de hoy. En aquel tiempo, también se rebeló Libná. (II Reyes 8, 22)

  • Entonces Joás, hijo de Joacaz, recuperó del poder de Ben Hadad, hijo de Jazael, las ciudades que Jazael había arrebatado con las armas a su padre Joacaz. Joás lo derrotó tres veces, y así recuperó las ciudades de Israel. (II Reyes 13, 25)

  • Cuando su poder real quedó plenamente afianzado, mató a los servidores que habían dado muerte al rey, su padre. (II Reyes 14, 5)

  • Pul, rey de Asiria, invadió el país, y Menajém le entregó mil talentos de plata, para que lo ayudara a afianzar en sus manos el poder real. (II Reyes 15, 19)

  • Ajaz envió mensajeros a Tiglat Piléser, rey de Asiria, para decirle: "Soy tu servidor y tu hijo; sube a salvarme del poder del rey de Arám y del rey de Israel, que se han levantado contra mí". (II Reyes 16, 7)

  • Esto sucedió porque los israelitas pecaron contra el Señor, su Dios, que los había hecho subir del país de Egipto, librándolos del poder del Faraón, rey de Egipto, y porque habían venerado a otros dioses. (II Reyes 17, 7)

  • Sólo temerán al Señor, que los hizo salir de Egipto con gran poder y brazo extendido; se postrarán delante de él y le ofrecerán sacrificios. (II Reyes 17, 36)

  • En poder de los hijos de Manasés estaban Bet Seán, Tanac, Meguido y Dor, todos ellos con sus respectivos poblados adyacentes. En estas ciudades habitaban los hijos de José, hijo de Israel. (I Crónicas 7, 29)

  • Todos estos fueron descendientes de Aser, jefes de familias, guerreros selectos y valerosos, jefes entre los príncipes. Al ser registrados para el servicio militar, su número alcanzó a 26.000 hombres. (I Crónicas 7, 40)

  • ¡Recurran al Señor y a su poder, busquen constantemente su rostro; (I Crónicas 16, 11)


“O verdadeiro servo de Deus é aquele que usa a caridade para com seu próximo, que está decidido a fazer a vontade de Deus a todo custo, que vive em profunda humildade e simplicidade”. São Padre Pio de Pietrelcina