Löydetty 50 Tulokset: prescripciones

  • Moisés fue a comunicar al pueblo todas las palabras y prescripciones del Señor, y el pueblo respondió a una sola voz: "Estamos decididos a poner en práctica todas las palabras que ha dicho el Señor". (Exodo 24, 3)

  • Cumplan, entonces, mis prescripciones, y no hagan ninguna de esas cosas abominables que se hicieron antes, y así no se harán impuros a causa de ellas. Yo soy el Señor, su Dios. (Levítico 18, 30)

  • Que observen mis prescripciones, no sea que carguen con un pecado a causa del alimento, y mueran por haberlo profanado. Yo soy el Señor, que los santifico. (Levítico 22, 9)

  • La celebrarán el día catorce de este mes, a la hora del crepúsculo, en el tiempo establecido, ateniéndose estrictamente a las prescripciones del ritual". (Números 9, 3)

  • Y si algún extranjero reside entre ustedes podrá celebrar la Pascua del Señor; lo hará conforme a las prescripciones del ritual. Las mismas prescripciones valdrán para todos ustedes, sean extranjeros o nativos del país. (Números 9, 14)

  • Moisés transmitió a los israelitas todas las prescripciones que le había dado el Señor. (Números 30, 1)

  • Amarás al Señor, tu Dios, y observarás siempre sus prescripciones, sus preceptos, sus leyes y sus mandamientos. (Deuteronomio 11, 1)

  • Si el lugar que el Señor, tu Dios, elija para constituirlo morada de su Nombre, se encuentra demasiado lejos, tú mismo podrás matar, conforme a mis prescripciones, los animales del ganado mayor o menor que el Señor, tu Dios, te dará. Y comerás en tu ciudad todo lo que quieras, (Deuteronomio 12, 21)

  • Recuerda que fuiste esclavo en Egipto y observa fielmente estas prescripciones. (Deuteronomio 16, 12)

  • Observa las prescripciones del Señor, tu Dios, siguiendo sus caminos, observando sus preceptos, sus mandamientos, sus leyes y sus instrucciones, según lo que está escrito en la Ley de Moisés. Así prosperarás en todo lo que hagas y en todo lo que emprendas, (I Reyes 2, 3)

  • Salomón amaba al Señor y caminaba según las prescripciones de su padre David. Sin embargo, ofrecía sacrificios y quemaba incienso en los lugares altos. (I Reyes 3, 3)

  • Que nadie entre en la Casa del Señor, fuera de los sacerdotes y levitas que estén de servicio. Ellos podrán entrar, porque están consagrados. Pero todo el pueblo observará las prescripciones del Señor. (II Crónicas 23, 6)


“Ouço interiormente uma voz que constantemente me diz: Santifique-se e santifique!” São Padre Pio de Pietrelcina