Löydetty 124 Tulokset: real

  • Los sucesores de Ajitófel fueron Iehoiadá, hijo de Benaías, y Abiatar. Joab era el jefe del ejército real. (I Crónicas 27, 34)

  • Salomón decidió construir una Casa para el nombre del Señor y un palacio real para sí mismo. (II Crónicas 1, 18)

  • Y agregaba: "¡Bendito sea el Señor, el Dios de Israel! Él hizo el cielo y la tierra, y dio al rey David un hijo sabio, prudente e inteligente que construirá una Casa para el Señor y un palacio real para sí mismo. (II Crónicas 2, 11)

  • entonces yo mantendré tu trono real, como se lo aseguré a tu padre David, cuando dije: ‘Nunca te faltará un descendiente que gobierne Israel’. (II Crónicas 7, 18)

  • que atacaron a Judá, la invadieron y se apoderaron de todos los tesoros que había en el palacio real, y también de sus hijos y de sus mujeres; solamente le quedó Ocozías, que era el menor de sus hijos. (II Crónicas 21, 17)

  • Atalía, la madre de Ocozías, al ver que había muerto su hijo, comenzó a exterminar todo el linaje real de la tribu de Judá. (II Crónicas 22, 10)

  • Después reunió a los centuriones, a los dignatarios, a las autoridades del pueblo y a toda la gente del país; hizo descender de la Casa del Señor al rey, y entraron en la casa del rey por la puerta Alta. Allí hicieron sentar al rey en el trono real. (II Crónicas 23, 20)

  • Cuando era el momento de llevar el cofre a la administración real por medio de los levitas, si veían que había mucho dinero venía el secretario del rey y el inspector del Sumo Sacerdote, vaciaban el cofre para retirar el dinero y luego lo volvían a colocar en su lugar. Así se hacía cada día, y se reunía mucho dinero. (II Crónicas 24, 11)

  • Cuando su poder real quedó plenamente afianzado, mató a los servidores que habían dado muerte al rey, su padre. (II Crónicas 25, 3)

  • El rey Ozías quedó leproso hasta el día de su muerte. Tuvo que habitar en una casa apartada, porque estaba excluido de la Casa del Señor a causa de su lepra. Su hijo Jotám estaba al frente del palacio real y gobernaba a todo el pueblo del país. (II Crónicas 26, 21)

  • Ajaz tuvo que despojar la Casa del Señor, el palacio real y las casas de los príncipes, y le entregó todo al rey de Asiria; pero esto no le sirvió de nada. (II Crónicas 28, 21)

  • Ahora bien, a nosotros que somos vasallos aliados de la casa real, nos resulta intolerable que se haga esta afrenta al rey. Por eso enviamos al rey estas informaciones, (Esdras 4, 14)


“Se quisermos colher é necessário não só semear, mas espalhar as sementes num bom campo. Quando as sementes se tornarem plantas, devemos cuidá-las para que as novas plantas não sejam sufocadas pelas ervas daninhas.” São Padre Pio de Pietrelcina