Löydetty 312 Tulokset: reconstrucción del templo

  • Simón dispuso que este día se celebrara cada año jubilosamente. Luego fortificó la montaña del Templo a lo largo de la Ciudadela y se estableció allí con los suyos. (I Macabeos 13, 52)

  • Dio nuevo esplendor al Templo y lo enriqueció con muchos vasos sagrados. (I Macabeos 14, 15)

  • y que se guardaran copias en el Tesoro del Templo a disposición de Simón y de sus hijos. (I Macabeos 14, 49)

  • Además, mandó otros emisarios a Gázara con el encargo de matar a Juan y envió cartas a los oficiales del ejército, invitándolos a reunirse con él para obsequiarles oro, plata y otros regalos. 20 Finalmente, envió algunos hombres para que ocuparan Jerusalén y la montaña del Templo. (I Macabeos 16, 19)

  • incendiaron la puerta del Templo y derramaron sangre inocente, nosotros suplicamos al Señor y fuimos escuchados. Ofrecimos un sacrificio con la mejor harina, encendimos las lámparas y presentamos los panes". (II Macabeos 1, 8)

  • Su jefe, en efecto, al llegar a Persia con un ejército aparentemente invencible, fue descuartizado en el templo de Nanea, gracias a un ardid de los sacerdotes de la diosa. (II Macabeos 1, 13)

  • Los sacerdotes del templo de Nanea habían expuesto esas riquezas con motivo de la visita que Antíoco debía hacer al recinto sagrado, acompañado de unas pocas personas. Pero apenas entró Antíoco, cerraron el templo, (II Macabeos 1, 15)

  • Estando a punto de celebrar -el día veinticinco de Quisleu- la purificación del Templo, nos ha parecido conveniente informarles para que también ustedes celebren la fiesta de las Chozas y la del Fuego, el fuego que apareció cuando Nehemías, después de haber reconstruido el Templo y el altar, ofreció sacrificios. (II Macabeos 1, 18)

  • Además, se hacía constar que Salomón, lleno del espíritu de sabiduría, ofreció el sacrificio de la dedicación y la terminación del Templo. (II Macabeos 2, 9)

  • Les escribimos esto, próximos a celebrar la purificación del Templo; también ustedes hagan lo posible por celebrar estos días. (II Macabeos 2, 16)

  • La historia de Judas Macabeo y sus hermanos, de la purificación del gran Templo y de la dedicación del altar, (II Macabeos 2, 19)

  • Pero un tal Simón, de la familia de Bilgá, que había sido designado administrador del Templo, tuvo diferencias con el Sumo Sacerdote en lo relativo al control de los mercados de la ciudad. (II Macabeos 3, 4)


“O Anjo de Deus não nos abandona jamais.” São Padre Pio de Pietrelcina