Löydetty 167 Tulokset: refugio seguro

  • Atraeré contra ustedes una espada que vengará la transgresión de la alianza. Entonces buscarán refugio en sus ciudades, pero yo les enviaré la peste y caerán en poder del enemigo. (Levítico 26, 25)

  • El Señor respondió a Moisés: "Reúneme a setenta de los ancianos de Israel -deberás estar seguro de que son realmente ancianos y escribas del pueblo- llévalos a la Carpa del Encuentro, y que permanezcan allí junto contigo. (Números 11, 16)

  • Las ciudades que cederán a los levitas serán las seis ciudades de refugio que ustedes deben separar para que los homicidas puedan huir a ellas, añadiendo además, otras cuarenta y dos. (Números 35, 6)

  • encontrarán ciudades que les servirán como ciudades de refugio, donde puedan huir los homicidas que hayan matado a alguien involuntariamente. (Números 35, 11)

  • Esas ciudades servirán de refugio contra el vengador del homicidio, y así el homicida no morirá sin haber comparecido delante de la comunidad para ser juzgado. (Números 35, 12)

  • Ustedes tendrán que señalar seis ciudades de refugio: (Números 35, 13)

  • Esas seis ciudades podrán servir de refugio no sólo a los israelitas, sino también a los extranjeros residentes o que estén de paso entre ustedes, de manera que todo el que haya matado a otro involuntariamente, pueda refugiarse en ellas. (Números 35, 15)

  • y librará a aquel de las manos de este. Luego la comunidad lo hará volver a la ciudad de refugio, adonde había huido, y él permanecerá allí hasta la muerte del Sumo Sacerdote que ha sido ungido con el óleo santo. (Números 35, 25)

  • Si el homicida sale de la ciudad de refugio adonde había huido, (Números 35, 26)

  • y el vengador del homicidio lo encuentra fuera de los límites de su ciudad de refugio, lo podrá matar sin temor a ninguna represalia, (Números 35, 27)

  • porque el homicida debe permanecer en su ciudad de refugio hasta la muerte del Sumo Sacerdote, y solamente después podrá volver al lugar donde está su propiedad. (Números 35, 28)

  • Tampoco lo aceptarán de aquel que huyó a su ciudad de refugio, permitiéndole que habite nuevamente en su propia tierra antes de la muerte del Sumo Sacerdote. (Números 35, 32)


“Como é belo esperar!” São Padre Pio de Pietrelcina