Löydetty 11 Tulokset: relato bíblico

  • El copero relató su sueño a José. "Yo soñé, le dijo que delante de mí había una vid, (Génesis 40, 9)

  • Moisés relató a su suegro todo lo que el Señor había hecho al Faraón y a los egipcios a causa de Israel, las dificultades con que habían tropezado en el camino, y cómo el Señor los había librado. (Exodo 18, 8)

  • Cuando Gedeón oyó el relato del sueño y su interpretación, se postró para adorar. Luego regresó al campamento de Israel, y dijo: "¡Arriba! El Señor ha puesto en manos de ustedes el campamento de Madián". (Jueces 7, 15)

  • Por lo demás, todo lo concerniente a sus hazañas y a su valor, y el relato detallado de la alta dignidad que el rey confirió a Mardoqueo, ¿no está escrito en el libro de las Crónicas de los reyes de Media y de Persia? (Ester 10, 2)

  • hemos procurado ofrecer un relato ameno para los aficionados a la lectura, práctico para los que quieren grabar los hechos en su memoria y útil para todos indistintamente. (II Macabeos 2, 25)

  • Estos son los sucesos referentes a Nicanor. Como a partir de entonces la Ciudad quedó en poder de los hebreos, aquí mismo terminaré mi relato. (II Macabeos 15, 37)

  • Porque así como beber solamente vino o solamente agua es perjudicial y, en cambio, el vino mezclado con agua es agradable y produce un placer especial, de la misma manera la disposición armoniosa del relato agrada a los oídos de los que leen la obra. Y con esto, llegamos al fin. (II Macabeos 15, 39)

  • El año primero de Baltasar, rey de Babilonia, Daniel tuvo un sueño y unas visiones en su imaginación, mientras se hallaba en su lecho. Él escribió el sueño. Este es el comienzo del relato. (Daniel 7, 1)

  • Aquí termina el relato. En cuanto a mí, Daniel, mis pensamientos me llenaron de espanto y cambié de color. Y yo conservé estas cosas en mi corazón. (Daniel 7, 28)

  • Por eso, después de informarme cuidadosamente de todo desde los orígenes, yo también he decidido escribir para ti, excelentísimo Teófilo, un relato ordenado, (Lucas 1, 3)

  • Pedro les hizo señas con la mano para que se callaran, y les relató cómo el Señor lo había sacado de la cárcel, añadiendo: «Hagan saber esto a Santiago y a los hermanos». Y saliendo de allí, se fue a otro lugar. (Hechos 12, 17)


“Diante de Deus ajoelhe-se sempre.” São Padre Pio de Pietrelcina