Löydetty 407 Tulokset: reyes amorreos

  • en la Montaña, en la Sefelá, en la Arabá, en las pendientes, en el desierto y en el Négueb, donde habitaban hititas, amorreos, cananeos, perizitas, jivitas y jebuseos: (Josué 12, 8)

  • el rey de los Goím, en Galilea, y el rey de Tirsá. En total, fueron treinta y un reyes. (Josué 12, 24)

  • que están al sur. Además queda todo el país de los cananeos, desde Ará de los sidonios hasta Afec y hasta la frontera de los amorreos. (Josué 13, 4)

  • y todas las ciudades de Sijón -el rey de los amorreos que había reinado en Jesbón- hasta la frontera de los amonitas. (Josué 13, 10)

  • Todas las ciudades del altiplano habían pertenecido a Sijón, el rey de los amorreos que reinaba en Jesbón, y al que Moisés había derrotado, lo mismo que a los príncipes de Madián: Evi, Réquem, Sur, Jur y Reba, vasallos de Sijón que habitaban en aquel país. (Josué 13, 21)

  • y después los introduje en el país de los amorreos, que habitaban al otro lado del Jordán. Cuando ellos les hicieron la guerra, yo los entregué en sus manos, y así pudieron tomar posesión de su país, porque los exterminé delante de ustedes. (Josué 24, 8)

  • Después ustedes cruzaron el Jordán y llegaron a Jericó. La gente de Jericó les hizo la guerra, y lo mismo hicieron los amorreos, los perizitas, los cananeos, los hititas, los guirgasitas, los jivitas y los jebuseos; pero yo los entregué en sus manos. (Josué 24, 11)

  • Hice cundir delante de ustedes el pánico, que puso en fuga a toda esa gente y a los dos reyes amorreos. Esto no se lo debes ni a tu espada ni a tu arco. (Josué 24, 12)

  • Y si no están dispuestos a servir al Señor, elijan hoy a quién quieren servir: si a los dioses a quienes sirvieron sus antepasados al otro lado del Río, o a los dioses de los amorreos, en cuyo país ustedes ahora habitan. Yo y mi familia serviremos al Señor". (Josué 24, 15)

  • Además, el Señor expulsó delante de nosotros a todos esos pueblos y a los amorreos que habitaban en el país. Por eso, también nosotros serviremos al Señor, ya que él es nuestro Dios". (Josué 24, 18)

  • Entonces Adoní Bézec exclamó: "Setenta reyes, con los pulgares de sus manos y de sus pies cortados, recogían migajas debajo de mi mesa. Y ahora Dios me retribuye de acuerdo con lo que hice". Luego lo llevaron a Jerusalén, y allí murió. (Jueces 1, 7)

  • Los amorreos obligaron a la tribu de Dan a replegarse hacia la región montañosa, impidiéndole bajar hasta el llano. (Jueces 1, 34)


“Ouço interiormente uma voz que constantemente me diz: Santifique-se e santifique!” São Padre Pio de Pietrelcina