Löydetty 31 Tulokset: sol se detuvo

  • Luego Joab hizo sonar el cuerno, y todo el ejército se detuvo: ya no persiguieron más a Israel y desistieron del combate. (II Samuel 2, 28)

  • Luego recogió el manto que se le había caído a Elías de encima, se volvió y se detuvo al borde del Jordán. (II Reyes 2, 13)

  • Naamán llegó entonces con sus caballos y su carruaje, y se detuvo a la puerta de la casa de Eliseo. (II Reyes 5, 9)

  • Luego dijo Eliseo: "Toma las flechas". Él las tomó, y Eliseo dijo al rey de Israel: "¡Lánzalas contra la tierra!". Él las lanzó tres veces y se detuvo. (II Reyes 13, 18)

  • Después de franquear todas las puertas, se detuvo delante del rey. Él estaba sentado en su trono real, revestido con todos los atuendos de sus apariciones solemnes, cubierto de oro y piedras preciosas, e inspiraba un gran terror. (Ester 15, 9)

  • sufrió un ataque y la obra se detuvo. Él perdió el habla y la boca le quedó paralizada, de manera que no pudo hablar más ni dar ninguna orden en lo referente a su casa. (I Macabeos 9, 55)

  • se detuvo y sembró la muerte por todas partes: a la vez que tocaba el cielo, avanzaba sobre la tierra. (Sabiduría 18, 16)

  • ¿No fue por orden suya que se detuvo el sol y un solo día duró tanto como dos? (Eclesiástico 46, 4)

  • Y mientras estaba en la puerta de Benjamín, donde se encontraba un capitán de guardias llamado Jirías, hijo de Selemías, hijo de Ananías, este detuvo al profeta Jeremías, diciendo: "¡Vas a pasarte a los caldeos!". (Jeremías 37, 13)

  • Jeremías respondió: "¡Es falso! Yo no me paso del lado de los caldeos". Pero Jirías no lo escuchó; detuvo a Jeremías y lo llevó ante los jefes. (Jeremías 37, 14)

  • Cuando el Señor ordenó al hombre vestido de lino que tomara fuego de en medio del círculo, entre los querubines, el hombre avanzó y se detuvo al lado de la rueda. (Ezequiel 10, 6)

  • La gloria del Señor salió de encima del umbral de la Casa y se detuvo sobre los querubines. (Ezequiel 10, 18)


“Quanto maiores forem os dons, maior deve ser sua humildade, lembrando de que tudo lhe foi dado como empréstimo.” São Padre Pio de Pietrelcina