Löydetty 1524 Tulokset: tierra

  • El cielo es mi trono, y la tierra la tarima de mis pies. ¿Qué casa me edificarán ustedes, dice el Señor, o dónde podrá estar mi lugar de reposo? (Hechos 7, 49)

  • En su humillación, le fue negada la justicia. ¿Quién podrá hablar de su descendencia, ya que su vida es arrancada de la tierra? (Hechos 8, 33)

  • Y cayendo en tierra, oyó una voz que le decía: «Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues?». (Hechos 9, 4)

  • vio que el cielo se abría y que bajaba a la tierra algo parecido a un gran mantel, sostenido de sus cuatro puntas. (Hechos 10, 11)

  • Uno de ellos, llamado Agabo, movido por el Espíritu, se levantó y anunció que el hambre asolaría toda la tierra. Esto ocurrió bajo el reinado de Claudio. (Hechos 11, 28)

  • Así nos ha ordenado el Señor: Yo te he establecido para ser la luz de las naciones, para llevar la salvación hasta los confines de la tierra». (Hechos 13, 47)

  • «Amigos, ¿qué están haciendo? Nosotros somos seres humanos como ustedes, y hemos venido a anunciarles que deben abandonar esos ídolos para convertirse al Dios viviente que hizo el cielo y la tierra, el mar y todo lo que hay en ellos. (Hechos 14, 15)

  • De pronto, la tierra comenzó a temblar tan violentamente que se conmovieron los cimientos de la cárcel, y en un instante, todas las puertas se abrieron y las cadenas de los prisioneros se soltaron. (Hechos 16, 26)

  • El Dios que ha hecho el mundo y todo lo que hay en él no habita en templos hechos por manos de hombre, porque es el Señor del cielo y de la tierra. (Hechos 17, 24)

  • Él hizo salir de un solo principio a todo el género humano para que habite sobre toda la tierra, y señaló de antemano a cada pueblo sus épocas y sus fronteras, (Hechos 17, 26)

  • Nosotros nos adelantamos en barco, navegando en dirección a Asos, donde debíamos recoger a Pablo. Él lo había dispuesto así, porque iba a hacer el viaje por tierra. (Hechos 20, 13)

  • Caí en tierra y oí una voz que me decía: "Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues?". (Hechos 22, 7)


“Esforce-se, mesmo se for um pouco, mas sempre…” São Padre Pio de Pietrelcina