Löydetty 142 Tulokset: treinta

  • Judas, el que lo entregó, viendo que Jesús había sido condenado, lleno de remordimiento, devolvió las treinta monedas de plata a los sumos sacerdotes y a los ancianos, (Mateo 27, 3)

  • Así se cumplió lo anunciado por el profeta Jeremías: Y ellos recogieron las treinta monedas de plata, cantidad en que fue tasado aquel a quien pusieron precio los israelitas. (Mateo 27, 9)

  • Otros granos cayeron en buena tierra y dieron fruto: fueron creciendo y desarrollándose, y rindieron ya el treinta, ya el sesenta, ya el ciento por uno». (Marcos 4, 8)

  • Y los que reciben la semilla en tierra buena, son los que escuchan la Palabra, la aceptan y dan fruto al treinta, al sesenta y al ciento por uno». (Marcos 4, 20)

  • Cuando comenzó su ministerio, Jesús tenía unos treinta años y se lo consideraba hijo de José. José era hijo de Elí; (Lucas 3, 23)

  • Había allí un hombre que estaba enfermo desde hacía treinta y ocho años. (Juan 5, 5)

  • Fue también Nicodemo, el mismo que anteriormente había ido a verlo de noche, y trajo una mezcla de mirra y áloe, que pesaba unos treinta kilos. (Juan 19, 39)

  • Echaron la sonda al mar y comprobaron que había una profundidad de alrededor de unos treinta y seis metros. Un poco más adelante, la echaron de nuevo y vieron que había unos veintisiete metros. (Hechos 27, 28)

  • cinco veces fui azotado por los judíos con los treinta y nueve golpes, (II Corintios 11, 24)

  • Ahora bien, les digo esto: la Ley promulgada cuatrocientos treinta años después, no puede anular un testamento formalmente establecido por Dios, dejando así sin efecto la promesa. (Gálatas 3, 17)


“Nunca vá se deitar sem antes examinar a sua consciência sobre o dia que passou. Enderece todos os seus pensamentos a Deus, consagre-lhe todo o seu ser e também todos os seus irmãos. Ofereça à glória de Deus o repouso que você vai iniciar e não esqueça do seu Anjo da Guarda que está sempre com você.” São Padre Pio de Pietrelcina