Löydetty 74 Tulokset: violencia sexual

  • ya que se alimentan con el pan de la maldad y beben el vino de la violencia. (Proverbios 4, 17)

  • Las bendiciones descienden sobre el justo, la boca de los malvados encubre la violencia. (Proverbios 10, 6)

  • La boca del justo es una fuente de vida, pero la de los malvados encubre la violencia. (Proverbios 10, 11)

  • El hombre comerá del fruto de sus palabras, pero los traidores están ávidos de violencia. (Proverbios 13, 2)

  • porque su corazón sólo trama violencia y sus labios no hablan más que de fechorías. (Proverbios 24, 2)

  • Aunque por un tiempo crezcan sus ramas, al no estar bien arraigada, será sacudida por el viento y arrancada de raíz por la violencia del vendaval; (Sabiduría 4, 4)

  • vejación de los buenos, olvido de los beneficios, contaminación de las almas, perversión sexual, desorden en el matrimonio, adulterio y libertinaje. (Sabiduría 14, 26)

  • No guardes rencor a tu prójimo por ninguna injuria ni hagas nada en un arrebato de violencia. (Eclesiástico 10, 6)

  • La violencia y la soberbia hacen perder las riquezas: así será arrasada la casa del orgulloso. (Eclesiástico 21, 4)

  • Hay vientos que fueron creados para el castigo, y en su furor, él los hace más impetuosos: en el momento de la destrucción, desencadenan su violencia y apaciguan el furor de aquel que los hizo. (Eclesiástico 39, 28)

  • Se le dio un sepulcro con los malhechores y una tumba con los impíos, aunque no había cometido violencia ni había engaño en su boca. (Isaías 53, 9)

  • Con sus telas no se hará un vestido y nadie se cubrirá con lo que hacen. Sus obras son obras de maldad y en sus manos no hay más que violencia; (Isaías 59, 6)


“Pobres e desafortunadas as almas que se envolvem no turbilhão de preocupações deste mundo. Quanto mais amam o mundo, mais suas paixões crescem, mais queimam de desejos, mais se tornam incapazes de atingir seus objetivos. E vêm, então, as inquietações, as impaciências e terríveis sofrimentos profundos, pois seus corações não palpitam com a caridade e o amor. Rezemos por essas almas desafortunadas e miseráveis, para que Jesus, em Sua infinita misericórdia, possa perdoá-las e conduzi-las a Ele.” São Padre Pio de Pietrelcina