Löydetty 784 Tulokset: árbol de la vida

  • Hizo Moisés una serpiente de bronce y la puso en un mástil. Y si una serpiente mordía a un hombre y éste miraba la serpiente de bronce, quedaba con vida. (Números 21, 9)

  • La burra me ha visto y se ha apartado de mí tres veces. Gracias a que se ha desviado, porque si no, para ahora te habría matado y a ella la habría dejado con vida.» (Números 22, 33)

  • Les dijo Moisés: «¿Pero habéis dejado con vida a todas las mujeres? (Números 31, 15)

  • Pero dejad con vida para vosotros a todas las muchachas que no hayan dormido con varón. (Números 31, 18)

  • No aceptaréis rescate por la vida de un homicida reo de muerte, pues debe morir. (Números 35, 31)

  • Pero ten cuidado y guárdate bien, no vayas o olvidarte de estas cosas que tus ojos han visto, ni dejes que se aparten de tu corazón en todos los días de tu vida; enséñaselas, por el contrario, a tus hijos y a los hijos de tus hijos. (Deuteronomio 4, 9)

  • a las que pudiera huir el homicida que hubiera matado a su prójimo sin querer, sin haberle odiado anteriormente, y huyendo a una de estas ciudades, salvara su vida. (Deuteronomio 4, 42)

  • y dijisteis: «Mira, Yahveh nuestro Dios nos ha mostrado su gloria y su grandeza y hemos óido su voz de en medio del fuego. Hemos visto en este día que puede Dios hablar al hombre y seguir éste con vida. (Deuteronomio 5, 24)

  • a fin de que temas a Yahveh tu Dios, guardando todos los preceptos y mandamientos que yo te prescribo hoy, tú, tu hijo y tu nieto, todos los días de tu vida, y así se prolonguen tus días. (Deuteronomio 6, 2)

  • Suprimiréis todos los lugares donde los pueblos que vais a desalojar han dado culto a sus dioses, en lo alto de los montes, en las colinas, y bajo todo árbol frondoso; (Deuteronomio 12, 2)

  • Guárdate sólo de comer la sangre, porque la sangre es la vida, y no debes comer la vida con la carne. (Deuteronomio 12, 23)

  • No comerás con la víctima pan fermentado; durante siete días la comerás con ázimos - pan de aflicción - porque a toda prisa saliste del país de Egipto: para que te acuerdes todos los días de tu vida del día en que saliste del país de Egipto. (Deuteronomio 16, 3)


“Você deve ter sempre prudência e amor. A prudência tem olhos; o amor tem pernas. O amor, como tem pernas, gostaria de correr a Deus. Mas seu impulso de deslanchar na direção dEle é cego e, algumas vezes, pode tropeçar se não for guiado pela prudência, que tem olhos.” São Padre Pio de Pietrelcina