Löydetty 88 Tulokset: Corazones

  • Para eso pusiste tu temor en nuestros corazones, para que invocáramos tu Nombre. Queremos alabarte en nuestro destierro, porque hemos apartado de nuestro corazón toda la iniquidad de nuestros padres, que pecaron ante ti. (Baruc 3, 7)

  • Y si acaso te dicen: «¿Por qué esos gemidos?», dirás: «Por causa de una noticia a cuya llegada todos los corazones desfallecerán, desmayarán todos los brazos, todos los espíritus se amilanarán, y todas las rodillas se irán en agua. Ved que ya llega; es cosa hecha, oráculo del Señor Yahveh.» (Ezequiel 21, 12)

  • ¡Destrozo, saqueo, devastación! ¡Corazones que se disuelven y rodillas que vacilan y estremecimiento en todos los lomos y todos los rostros que mudan de color! (Nahún 2, 11)

  • Jesús, conociendo sus pensamientos, dijo: «¿Por qué pensáis mal en vuestros corazones? ¿Qué es más fácil, decir: "Tus pecados te son perdonados", o decir: (Mateo 9, 4)

  • Estaban allí sentados algunos escribas que pensaban en sus corazones: (Marcos 2, 6)

  • Pero, al instante, conociendo Jesús en su espíritu lo que ellos pensaban en su interior, les dice: «¿Por qué pensáis así en vuestros corazones? (Marcos 2, 8)

  • e irá delante de él con el espíritu y el poder de Elías, para hacer volver los corazones de los padres a los hijos, y a los rebeldes a la prudencia de los justos, para preparar al Señor un pueblo bien dispuesto.» (Lucas 1, 17)

  • ¡y a ti misma una espada te atravesará el alma! - a fin de que queden al descubierto las intenciones de muchos corazones.» (Lucas 2, 35)

  • Como el pueblo estaba a la espera, andaban todos pensando en sus corazones acerca de Juan, si no sería él el Cristo; (Lucas 3, 15)

  • Conociendo Jesús sus pensamientos, les dijo: «¿Qué estáis pensando en vuestros corazones? (Lucas 5, 22)

  • Y les dijo: «Vosotros sois los que os la dais de justos delante de los hombres, pero Dios conoce vuestros corazones; porque lo que es estimable para los hombres, es abominable ante Dios. (Lucas 16, 15)

  • «Guardaos de que no se hagan pesados vuestros corazones por el libertinaje, por la embriaguez y por las preocupacines de la vida, y venga aquel Día de improviso sobre vosotros, (Lucas 21, 34)


“O trabalho é tão sagrado como a oração”. São Padre Pio de Pietrelcina