Löydetty 61 Tulokset: Damasco

  • Saulo se levantó del suelo, y, aunque tenía los ojos abiertos, no veía nada. Le llevaron de la mano y le hicieron entrar en Damasco. (Hechos 9, 8)

  • Había en Damasco un discípulo llamado Ananías. El Señor le dijo en una visión: «Ananías.» El respondió: «Aquí estoy, Señor.» (Hechos 9, 10)

  • Tomó alimento y recobró las fuerzas. Estuvo algunos días con los discípulos de Damasco, (Hechos 9, 19)

  • Pero Saulo se crecía y confundía a los judíos que vivían en Damasco demostrándoles que aquél era el Cristo. (Hechos 9, 22)

  • Entonces Bernabé le tomó y le presentó a los apóstoles y les contó cómo había visto al Señor en el camino y que le había hablado y cómo había predicado con valentía en Damasco en el nombre de Jesús. (Hechos 9, 27)

  • como puede atestiguármelo el Sumo Sacerdote y todo el Consejo de ancianos. De ellos recibí también cartas para los hermanos de Damasco y me puse en camino con intención de traer también encadenados a Jerusalén a todos los que allí había, para que fueran castigados. (Hechos 22, 5)

  • «Pero yendo de camino, estando ya cerca de Damasco, hacia el mediodía, me envolvió de repente una gran luz venida del cielo; (Hechos 22, 6)

  • Yo dije: "¿Qué he de hacer, Señor?" Y el Señor me respondió: "Levántate y vete a Damasco; allí se te dirá todo lo que está establecido que hagas." (Hechos 22, 10)

  • Como yo no veía, a causa del resplandor de aquella luz, conducido de la mano por mis compañeros llegué a Damasco. (Hechos 22, 11)

  • «En este empeño iba hacia Damasco con plenos poderes y comisión de los sumos sacerdotes; (Hechos 26, 12)

  • sino que primero a los habitantes de Damasco, después a los de Jerusalén y por todo el país de Judea y también a los gentiles he predicado que se convirtieran y que se volvieran a Dios haciendo obras dignas de conversión. (Hechos 26, 20)

  • En Damasco,el etnarca del rey Aretas tenía puesta guardia en la ciudad de los damascenos con el fin de prenderme. (II Corintios 11, 32)


“O Anjo de Deus não nos abandona jamais.” São Padre Pio de Pietrelcina