Löydetty 379 Tulokset: Ejército de Gedeón

  • destruye también hoy este ejército ante nosotros y reconozcan los que queden que su jefe profirió palabras impías contra tu Lugar Santo; júzgale según su maldad.» (I Macabeos 7, 42)

  • y su ejército, al verle caído, arrojó las armas y se dio a la fuga. (I Macabeos 7, 44)

  • Cuando supo Demetrio que Nicanor y su ejército habían caído en la guerra, envió a la tierra de Judá, en una nueva expedición, a Báquides y Alcimo con el ala derecha de su ejército. (I Macabeos 9, 1)

  • Judas vio que su ejército estaba desbandado y que la batalla le apremiaba, y se le quebrantó el corazón, pues no había tiempo de volverlos a juntar. (I Macabeos 9, 7)

  • Unos mil hombres del ejército de Báquides sucumbieron aquel día. (I Macabeos 9, 49)

  • y Báquides se puso en marcha con un fuerte ejército. Envió cartas secretas a sus alidados de Judea ordenándoles prender a Jonatán y a los suyos. Pero no pudieron, porque fueron conocidas sus intenciones, (I Macabeos 9, 60)

  • Al tener noticia de ello, el rey Demetrio juntó un ejército muy numeroso y salió a su encuentro para combatir con él. (I Macabeos 10, 2)

  • El rey Alejandro juntó un gran ejército y acampó frente a Demetrio. (I Macabeos 10, 48)

  • Los dos reyes trabaron combate y salió huyendo el ejército de Alejandro. Demetrio se lanzó en su persecución y prevaleció sobre ellos. (I Macabeos 10, 49)

  • porque trabé combate con él y luego de derrotarle a él y a su ejército, nos hemos sentado en su trono real. (I Macabeos 10, 53)

  • Demetrio confirmó a Apolonio como gobernador de Celesiria, el cual, juntando un numeroso ejército, acampó en Yamnia y envió a decir a Jonatán, sumo sacerdote: (I Macabeos 10, 69)

  • y que ahora no podrás resistir a la caballería y a un ejército tan grande en la llanura donde no hay piedra, ni roca, ni lugar donde huir.» (I Macabeos 10, 73)


“Reze pelos infiéis, pelos fervorosos, pelo Papa e por todas as necessidades espirituais e temporais da Santa Igreja, nossa terna mãe. E faça uma oração especial por todos os que trabalham para a salvação das almas e para a glória do nosso Pai celeste.” São Padre Pio de Pietrelcina