Löydetty 329 Tulokset: Enemigos

  • Le hizo en gloria comparable a los santos, le engrandeció para temor de los enemigos. (Eclesiástico 45, 2)

  • Esforzado en la guerra fue Josué, hijo de Nun, sucesor de Moisés como profeta; él fue, de acuerdo con su nombre, grande para salvar a los elegidos del Señor, para tomar venganza de los enemigos que surgían e introducir a Israel en su heredad. (Eclesiástico 46, 1)

  • El invocó al Altísimo Soberano, cuando los enemigos por todas partes le estrechaban, y le atendió el Gran Señor lanzando piedras de granizo de terrible violencia. (Eclesiástico 46, 5)

  • Invocó al Señor Todopoderoso cuando los enemigos por todas partes le estrechaban, ofreciendo un cordero lechal. (Eclesiástico 46, 16)

  • Pues él aplastó a los enemigos del contorno, aniquiló a los filisteos, sus adversarios, para siempre quebrantó su cuerno. (Eclesiástico 47, 7)

  • porque se acordó de los enemigos en la tempestad, y favoreció a los que seguían el camino derecho. (Eclesiástico 49, 9)

  • Entonces me acordé de tu misericordia, Señor, y de tu actuación desde la eternidad, que tú levantas a los que en ti esperan, y los salvas de la mano de enemigos. (Eclesiástico 51, 8)

  • Por eso - oráculo del Señor Yahveh Sebaot, el Fuerte de Israel -: ¡Ay! Voy a desquitarme de mis contrarios, voy a vengarme de mis enemigos. (Isaías 1, 24)

  • Pues bien, Yahveh ha dado ventaja a su adversario, Rasón, y azuzó a sus enemigos: (Isaías 9, 10)

  • Yahveh como un bravo sale, su furor despierta como el de un guerrero; grita y vocifera, contra sus enemigos se muestra valeroso. (Isaías 42, 13)

  • Según los merecimientos así pagará: ira para sus opresores y represalia para sus enemigos. Dará a las islas su merecido. (Isaías 59, 18)

  • Ha jurado Yahveh por su diestra y por su fuerte brazo: «No daré tu grano jamás por manjar a tus enemigos. No beberán hijos de extraños tu mosto por el que te fatigaste, (Isaías 62, 8)


“Façamos o bem, enquanto temos tempo à nossa disposição. Assim, daremos glória ao nosso Pai celeste, santificaremos nós mesmos e daremos bom exemplo aos outros.” São Padre Pio de Pietrelcina