Löydetty 244 Tulokset: Faraón

  • El faraón Nekó puso por rey a Elyaquim, hijo de Josías, en lugar de su padre Josías, y le cambió el nombre en Yoyaquim. Cuando a Joacaz, le tomó y le llevó a Egipto, donde murió. (II Reyes 23, 34)

  • Yoyaquim entregó la plata y el oro a Faraón, pero para dar el dinero según la orden de Faraón, impuso una derrama al país, a cada uno según sus bienes; apremió al pueblo de la tierra acerca del dinero que había de dar al faraón Nekó. Nekó. (II Reyes 23, 35)

  • Su mujer, la de Judá, dio a luz a Yéred, padre de Guedor, a Héber, padre de Sokó, y a Yecutiel, padre de Zanóaj. Estos son los hijos de Bitía, hija del Faraón, que Méred había tomado por esposa. (I Crónicas 4, 18)

  • Salomón hizo subir a la hija de Faraón desde la Ciudad de David a la casa que había edificado para ella; pues se decía: «No debe habitar mujer mía en la casa de David, rey de Israel; porque los lugares donde ha estado el arca de Yahveh son sagrados.» (II Crónicas 8, 11)

  • Contra Faraón obraste señales y prodigios, contra sus siervos y todo el pueblo de su país, pues supiste que eran altivos con ellos. ¡Te hiciste un nombre hasta el día de hoy! (Nehemías 9, 10)

  • mandó señales y prodigios en medio de ti, Egipto, contra Faraón y todos sus siervos. (Salmos 135, 9)

  • y hundió en él a Faraón con sus huestes, porque es eterno su amor. (Salmos 136, 15)

  • Recordad cómo se salvaron nuestros padres en el mar Rojo, cuando Faraón les perseguía con su ejército. (I Macabeos 4, 9)

  • A mi yegua, entre los carros de Faraón, yo te comparo, amada mía. (Cantar 1, 9)

  • En verdad, están locos los príncipes de Soán, los sabios consejeros de Faraón forman un estúpido consejo. ¿Cómo decís a Faraón: «Hijo de sabios soy, hijo de reyes antiguos?» (Isaías 19, 11)

  • Los que bajan a Egipto sin consultar a mi boca, para buscar apoyo en la fuerza de Faraón y ampararse a la sombra de Egipto. (Isaías 30, 2)

  • La fuerza del Faraón se os convertirá en vergüenza, y el amparo de la sombra de Egipto, en confusión. (Isaías 30, 3)


“Se precisamos ter paciência para suportar os defeitos dos outros, quanto mais ainda precisamos para tolerar nossos próprios defeitos!” São Padre Pio de Pietrelcina