Löydetty 301 Tulokset: Hija
Ha quedado la hija de Sión como cobertizo en viña, como albergue en pepinar, como ciudad sitiada. (Isaías 1, 8)
Hoy mismo en Nob haciendo alto menea su mano contra el Monte de la hija de Sión, la colina de Jerusalén. (Isaías 10, 32)
Subía la hija de Dibbón a los oteros llorando: sobre el Nebo y sobre Medba Moab ulula. En todas sus cabezas, calvicie; toda barba, raída. (Isaías 15, 2)
Enviad corderos al señor del país desde la Roca del Desierto al monte de la hija de Sión. (Isaías 16, 1)
Por eso he dicho: «¡Apartaos de mí! Voy a llorar amargamente. No os empeñéis en consolarme por la devastación de la hija de mi pueblo.» (Isaías 22, 4)
Cultiva tu tierra, hija de Tarsis: no hay puerto ya. (Isaías 23, 10)
y dijo: No vuelvas más a rebullir, doncella oprimida, hija de Sidón. Levántate y vete a Kittim, que tampoco allí tendrás reposo. (Isaías 23, 12)
Esta es la palabra que Yahveh pronuncia conta él: Ella te desprecia, ella te hace burla, la virgen hija de Sión. Mueve la cabeza a tus espaldas la hija de Jerusalén. (Isaías 37, 22)
Baja, siéntate en el polvo, virgen, hija de Babel! ¡Siéntate en tierra, destronada, hija de los caldeos! Ya no se te volverá a llamar la dulce, la exquisita. (Isaías 47, 1)
Siéntate en silencio y entra en la tiniebla, hija de los caldeos, que ya no se te volverá a llamar señora de reinos. (Isaías 47, 5)
Sacúdete el polvo, levántate, cautiva Jerusalén, Líbrate de las ligaduras de tu cerviz, cautiva hija de Sión. (Isaías 52, 2)
Mirad que Yahveh hace oír hasta los confines de la tierra: «Decid a la hija de Sión: Mira que viene tu salvación; mira, su salario le acompaña, y su paga le precede. (Isaías 62, 11)