Löydetty 488 Tulokset: Lea

  • Los Doce convocaron la asamblea de los discípulos y dijeron: «No parece bien que nosotros abandonemos la Palabra de Dios por servir a las mesas. (Hechos 6, 2)

  • Pareció bien la propuesta a toda la asamblea y escogieron a Esteban, hombre lleno de fe y de Espíritu Santo, a Felipe, a Prócoro, a Nicanor, a Timón, a Pármenas y a Nicolás, prosélito de Antioquía; (Hechos 6, 5)

  • Al día siguiente se les presentó mientras estaban peleándose y trataba de ponerles en paz diciendo: "Amigos, que sois hermanos, ¿por qué os maltratáis uno a otro?" (Hechos 7, 26)

  • Este es el que, en la asamblea del desierto, estuvo con el ángel que le hablaba en el monte Sinaí, y con nuestros padres; el que recibió palabras de vida para comunicárnoslas; (Hechos 7, 38)

  • Las Iglesias por entonces gozaban de paz en toda Judea, Galilea y Samaria; se edificaban y progresaban en el temor del Señor y estaban llenas de la consolación del Espíritu Santo. (Hechos 9, 31)

  • Vosotros sabéis lo sucedido en toda Judea, comenzando por Galilea, después que Juan predicó el bautismo; (Hechos 10, 37)

  • El se apareció durante muchos días a los que habían subido con él de Galilea a Jerusalén y que ahora son testigos suyos ante el pueblo. (Hechos 13, 31)

  • Toda la asamblea calló y escucharon a Bernabé y a Pablo contar todas las señales y prodigios que Dios había realizado por medio de ellos entre los gentiles. (Hechos 15, 12)

  • Ellos, después de despedirse, bajaron a Antioquía, reunieron la asamblea y entregaron la carta. (Hechos 15, 30)

  • Pero los judíos, llenos de envidia, reunieron a gente maleante de la calle, armaron tumultos y alborotaron la ciudad. Se presentaron en casa de Jasón buscándolos para llevarlos ante el pueblo. (Hechos 17, 5)

  • Unos girtaban una cosa y otros otra. Había gran confusión en la asamblea y la mayoría no sabía por qué se habían reunido. (Hechos 19, 32)

  • Y si tenéis algún otro asunto, se resolverá en la asamblea legal. (Hechos 19, 39)


“Leve Deus aos doente; valera’ mais do que qualquer tratamento!” São Padre Pio de Pietrelcina