Löydetty 188 Tulokset: Morada

  • Así fue acabada toda la obra de la Morada y de la Tienda del Encuentro. Los israelitas hicieron toda la obra conforme a lo que Yahveh había mandado a Moisés. Así lo hicieron. (Exodo 39, 32)

  • Presentaron a Moisés la Morada, la Tienda y todos sus utensilios; los broches, los tableros, los travesaños, los postes y las basas; (Exodo 39, 33)

  • el cortinaje del atrio, los postes con sus basas, el tapiz para la entrada del atrio, sus cuerdas, su clavazón y todos los utensilios del servicio de la Morada para la Tienda del Encuentro; (Exodo 39, 40)

  • «El día primero del primer mes alzarás la Morada de la Tienda del Encuentro. (Exodo 40, 2)

  • Colocarás el altar de oro para el incienso delante del arca del Testimonio y colgarás la cortina a la entrada de la Morada. (Exodo 40, 5)

  • Colocarás el altar de los holocaustos ante la entrada de la Morada de la Tienda del Encuentro. (Exodo 40, 6)

  • Entonces tomarás el óleo de la unción y ungirás la Morada y todo lo que contiene. La consagrarás con todo su mobiliario y será cosa sagrada. (Exodo 40, 9)

  • En el primer mes del año segundo, el día primero del mes, fue alzada la Morada. (Exodo 40, 17)

  • Moisés alzó la Morada, asentó las basas, colocó sus tableros, metió sus travesaños y erigió sus postes. (Exodo 40, 18)

  • Después desplegó la Tienda por encima de la Morada y puso además por encima el toldo de la Tienda, como Yahveh había mandado a Moisés. (Exodo 40, 19)

  • LLevó entonces el arca a la Morada, colgó el velo de protección y cubrió así el arca del Testimonio, como Yahveh había mandado a Moisés. (Exodo 40, 21)

  • Colocó también la mesa en la Tienda del Encuentro, al lado septentrional de la Morada, fuera del velo. (Exodo 40, 22)


“Menosprezai vossas tentações e não vos demoreis nelas. Imaginai estar na presença de Jesus. O crucificado se lança em vossos braços e mora no vosso coração. Beijai-Lhe a chaga do lado, dizendo: ‘Aqui está minha esperança; a fonte viva da minha felicidade. Seguro-vos, ó Jesus, e não me aparto de vós, até que me tenhais posto a salvo’”. São Padre Pio de Pietrelcina