Löydetty 741 Tulokset: Palabra salvadora
El espíritu de Yahveh habla por mí, su palabra está en mi lengua. (II Samuel 23, 2)
Cuando David se levantó por la mañana, le había sido dirigida la palabra de Yahveh al profeta Gad, vidente de David, diciendo: (II Samuel 24, 11)
David subió, según la palabra de Gad, como había ordenado Yahveh. (II Samuel 24, 19)
Y el rey Salomón juró por Yahveh: «Esto me haga Dios y esto me añada, si Adonías no ha dicho esta palabra a costa de su vida. (I Reyes 2, 23)
Y expulsó Salomón a Abiatar del sacerdocio de Yahveh cumpliendo la palabra que Yahveh pronunció contra la casa de Elí en Silo. (I Reyes 2, 27)
Semeí dijo al rey: «Tu palabra es buena. Como ha dicho mi señor el rey, así hará su siervo.» Semeí habitó en Jerusalén mucho tiempo. (I Reyes 2, 38)
Mandó el rey llamar a Semeí y le dijo: «¿Acaso no te hice jurar por Yahveh y te advertí: El día que salgas para ir acá o allá ten por sabido que sin remedio morirás y tú me has dicho: Buena es la palabra que he oído? (I Reyes 2, 42)
Fue dirigida a Salomón la palabra de Yahveh diciendo: (I Reyes 6, 11)
«Por esta Casa que estás edificando, si caminas según mis preceptos, obras según mis sentencias y guardas todos mis mandamientos para andar conforme a ellos, yo cumpliré mi palabra contigo, la que dije a David tu padre, (I Reyes 6, 12)
Ahora, Dios de Israel, que se cumpla la palabra que dijiste a tu siervo David, mi padre. (I Reyes 8, 26)
No escuchó el rey al pueblo, pues se trataba de una intervención de Yahveh para cumplimiento de la palabra que Yahveh había anunciado a Jeroboam, hijo de Nebat, por medio de Ajías de Silo. (I Reyes 12, 15)
Pero fue dirigida la palabra de Dios a Semaías, hombre de Dios, diciendo: (I Reyes 12, 22)