Löydetty 252 Tulokset: Puesto

  • Yahveh te llevará a ti y al que hayas puesto sobre ti a una nación que ni tú ni tus padres conocíais, y allí servirás a otros dioses, de madera y de piedra. (Deuteronomio 28, 36)

  • Si alguien, después de haber oído las palabras de esta imprecación, se las promete felices en su corazón diciendo: «Aunque me conduzca en la terquedad de mi corazón, todo me irá bien, puesto que la abundancia de agua quitará la sed», (Deuteronomio 29, 18)

  • Come Jacob, se sacia, engorda Yesurún, respinga, - te has puesto grueso, rollizo, turgente -, rechaza a Dios, su Hacedor, desprecia a la Roca, su salvación. (Deuteronomio 32, 15)

  • Dijeron a Josué: «Cierto que Yahveh ha puesto en nuestras manos todo el país; todos los habitantes del país tiemblan ya ante nosotros.» (Josué 2, 24)

  • Israel ha pecado, también ha violado la alianza que yo le había impuesto. Y hasta se han quedado con algo del anatema, y lo han robado, y lo han escondido y lo han puesto entre sus utensilios. (Josué 7, 11)

  • Tan pronto como extendió la mano, los emboscados surgieron rápidemente de su puesto, corrieron y entraron en la ciudad, se apoderaron de ella y a toda prisa la incendiaron. (Josué 8, 19)

  • Y Yahveh dijo a Josué: «No les temas, porque los he puesto en tus manos; ninguno de ellos te podrá resistir.» (Josué 10, 8)

  • Y vosotros no os quedéis quietos: perseguid a vuestros enemigos, cortadles la retirada, no les dejéis entrar en sus ciudades, porque Yahveh vuestro Dios los ha puesto en vuestras manos.» (Josué 10, 19)

  • Yahveh ha puesto entre nosotros y vosotros, rubenitas y gaditas, la frontera del Jordán. No tenéis parte con Yahveh." Así vuestros hijos harían que nuestros hijos dejaran de temer a Yahveh. (Josué 22, 25)

  • Yahveh repondió: «Subirá Judá, he puesto el país en sus manos.» (Jueces 1, 2)

  • Mientras esperaban, Ehúd había huido: había pasado los Idolos y se había puesto a salvo en Hasseirá. (Jueces 3, 26)

  • Aquella noche le dijo Yahveh: «Levántate y baja al campamento, porque lo he puesto en tus manos. (Jueces 7, 9)


“Caminhe com alegria e com o coração o mais sincero e aberto que puder. E quando não conseguir manter esta santa alegria, ao menos não perca nunca o valor e a confiança em Deus.” São Padre Pio de Pietrelcina