Löydetty 48 Tulokset: Sagrado

  • Luego inmolará el cordero en el lugar donde se inmola el sacrificio por el pecado y el holocausto, en lugar sagrado; porque, tanto en el sacrificio por el pecado como en el sacrificio de reparación, la víctima pertenece al sacerdote; es cosa sacratísima. (Levítico 14, 13)

  • lavará su cuerpo con agua en lugar sagrado y se pondrá sus vestiduras. Después saldrá y ofrecerá su holocausto y el holocausto del pueblo, hará la expiación por sí mismo y por el pueblo, (Levítico 16, 24)

  • y hará la expiación del santuario sagrado, de la Tienda del Encuentro y del altar. El hará también la expiación por los sacerdotes y por todo el pueblo de la asamblea. (Levítico 16, 33)

  • Será de Aarón y de sus hijos, y lo comerán en lugar sagrado; porque lo considerarás como cosa sacratísima, de los manjares que se abrasan para Yahveh. Decreto perpetuo. (Levítico 24, 9)

  • porque es el jubileo, que será sagrado para vosotros. Comeréis lo que el campo dé de sí. (Levítico 25, 12)

  • Después que Aarón y sus hijos hayan terminado de envolver las cosas sagradas con todos sus utensilios, al ponerse en marcha el campamento, llegarán los hijos de Quehat para transportarlas; pero que no toquen lo sagrado pues morirían. Esta es la carga de los hijos de Quehat en la Tienda del Encuentro. (Números 4, 15)

  • En todos los días de su voto de nazireato no pasará navaja por su cabeza: hasta cumplirse los días por los que se consagró a Yahveh, será sagrado y se dejará crecer la cabellera. (Números 6, 5)

  • De las cosas sacratísimas os alimentaréis. Todo varón lo podrá comer. Lo considerarás como sagrado. (Números 18, 10)

  • Pero al primogénito de vaca, o de oveja, o de cabra, no lo rescatarás: es sagrado. Derramarás su sangre sobre el altar y su grasa la harás arder como manjar abrasado de calmante aroma para Yahveh. (Números 18, 17)

  • Guárdate de ofrecer tus holocaustos en cualquier lugar sagrado que veas; (Deuteronomio 12, 13)

  • dirás en presencia de Yahveh tu Dios: «He retirado de mi casa lo que era sagrado; se lo he dado al levita, al forastero, al huérfano y a la viuda, según todos los mandamientos que me has dado sin traspasar ninguno de tus mandamientos ni olvidarlos. (Deuteronomio 26, 13)

  • El jefe del ejército de Yahveh respondió a Josué: «Quítate las sandalias de tus pies, porque el lugar en que estás es sagrado.» Así lo hizo Josué. (Josué 5, 15)


“Peçamos a São José o dom da perseverança até o final”. São Padre Pio de Pietrelcina