Löydetty 232 Tulokset: amistad de Jonatán

  • Entre tanto envió Jonatán a pedir al rey Demetrio que retirara las guarniciones de la Ciudadela de Jerusalén y de las plazas fuertes porque hostilizaban a Israel. (I Macabeos 11, 41)

  • Demetrio envió a decir a Jonatán: «No sólo haré esto por ti y por tu nación, sino que os colmaré de honores a ti y a tu nación cuando tenga oportunidad. (I Macabeos 11, 42)

  • Jonatán le envió a Antioquía 3.000 guerreros valientes, y cuando llegaron, el rey experimentó gran satisfacción con su venida. (I Macabeos 11, 44)

  • Pero faltó a todas sus promesas y se indispuso con Jonatán. Lejos de corresponder a los servicios que le había prestado, le causaba graves molestias. (I Macabeos 11, 53)

  • El joven Antíoco escribió a Jonatán diciéndole: «Te confirmo en el sumo sacerdocio, te pongo al frente de los cuatro distritos y quiero que te cuentes entre los amigos del rey.» (I Macabeos 11, 57)

  • Jonatán salió a recorrer la Transeufratina y sus ciudades, y todas las tropas de Siria se le unieron como aliadas. Llegó a Ascalón y los habitantes de la ciudad le salieron a recibir con muchos honores. (I Macabeos 11, 60)

  • Los de las ciudad vinieron a suplicarle y Jonatán les dio la mano, pero tomó como rehenes a los hijos de los jefes y los envió a Jerusalén. A continuación, siguió recorriendo la región hasta Damasco. (I Macabeos 11, 62)

  • Jonatán se enteró de que los generales de Demetrio se habían presentado en Kedes de Galilea con un ejército numeroso para apartarle de su cargo. (I Macabeos 11, 63)

  • Por su parte, Jonatán y su ejército acamparon junto a las aguas de Gennesar, y muy de madrugada partieron para la llanura de Asor (I Macabeos 11, 67)

  • Todos los hombres de Jonatán se dieron a la fuga sin que quedara ni uno de ellos, a excepción de Matatías, hijo de Absalón, y de Judas, hijo de Kalfi, capitanes del ejército. (I Macabeos 11, 70)

  • Jonatán entonces rasgó sus vestidos, echó polvo sobre su cabeza y oró. (I Macabeos 11, 71)

  • Cayeron aquel día del ejército extranjero hasta 3.000 hombres. Jonatán regresó a Jerusalén. (I Macabeos 11, 74)


“O medo excessivo nos faz agir sem amor, mas a confiança excessiva não nos deixa considerar o perigo que vamos enfrentar”. São Padre Pio de Pietrelcina