Löydetty 198 Tulokset: campamento

  • Todo el pueblo estuvo recogiendo botín del campamento durante treinta días; dieron a Judit la tienda de Holofernes, con toda su vajilla de plata, sus divanes, sus vasijas y todo su mobiliario. Ella lo tomó y lo cargó sobre su mula, preparó sus carros y los amontonó todo encima. (Judit 15, 11)

  • Y en el campamento, de Moisés tuvieron celos, de Aarón, el santo de Yahveh. (Salmos 106, 16)

  • Los mercaderes de la región, que oyeron hablar de ellos, tomaron grandes sumas de plata y oro, además de grilletes, y se fueron al campamento con intención de adquirir como esclavos a los hijos de Israel. Se les unió también una fuerza de Idumea y del país de los filisteos. (I Macabeos 3, 41)

  • para caer sobre el campamento de los judíos y vencerles por sopresa. La gente de la Ciudadela los guiaba. (I Macabeos 4, 2)

  • mientras estaban todavía dispersas las tropas fuera del campamento. (I Macabeos 4, 4)

  • Gorgias llegó de noche al campamento de Judas y al no encontrar a nadie, los estuvo buscando por las montañas, pues decía: «Estos van huyendo de nosotros.» (I Macabeos 4, 5)

  • mientras veían el campamento de los gentiles fuerte, bien atrincherado, rodeado de la caballería y todos diestros en la guerra. (I Macabeos 4, 7)

  • salieron del campamento a presentar batalla. Los soldados de Judas hicieron sonar la trompeta (I Macabeos 4, 13)

  • Advirtieron éstos que los suyos habían huido y que el campamento había sido incendiado, como se lo daba a entender el humo que divisaban. (I Macabeos 4, 20)

  • Judas se volvió entonces al campamento para saquearlo. Recogieron mucho oro y plata, telas teñidas en púrpura marina, y muchas otras riquezas. (I Macabeos 4, 23)

  • Judas envió a reconocer el campamento y le trajeron el siguiente informe: «Todos los gentiles de nuestro alrededor se le han unido y forman un ejército considerable. (I Macabeos 5, 38)

  • Entonces Judas partió de la Ciudadela y acampó en Bet Zacaría, frente al campamento real. (I Macabeos 6, 32)


“Para consolar uma alma na sua dor, mostre-lhe todo o bem que ela ainda pode fazer.” São Padre Pio de Pietrelcina