Löydetty 798 Tulokset: cau

  • «Pero vosotros mirad por vosotros mismos; os entregarán a los tribunales, seréis azotados en las sinagogas y compareceréis ante gobernadores y reyes por mi causa, para que deis testimonio ante ellos. (Marcos 13, 9)

  • Y seréis odiados de todos por causa de mi nombre; pero el que persevere hasta el fin, ése se salvará. (Marcos 13, 13)

  • El que le iba a entregar les había dado esta contraseña: «Aquel a quien yo dé un beso, ése es, prendedle y llevadle con cautela.» (Marcos 14, 44)

  • Y estaba puesta la inscripción de la causa de su condena: «El Rey de los judíos.» (Marcos 15, 26)

  • Pero Herodes, el tetrarca, reprendido por él a causa de Herodías, la mujer de su hermano, y a causa de todas las malas acciones que había hecho, (Lucas 3, 19)

  • El Espíritu del Señor sobre mí, porque me ha ungido para anunciar a los pobres la Buena Nueva, me ha enviado a proclamar la liberación a los cautivos y la vista a los ciegos, para dar la libertad a los oprimidos (Lucas 4, 18)

  • Pues el asombro se había apoderado de él y de cuantos con él estaban, a causa de los peces que habían pescado. (Lucas 5, 9)

  • Pero no encontrando por dónde meterle, a causa de la multitud, subieron al terrado, le bajaron con la camilla a través de las tejas, y le pusieron en medio, delante de Jesús. (Lucas 5, 19)

  • Bienaventurados seréis cuando los hombres os odien, cuando os expulsen, os injurien y proscriban vuestro nombre como malo, por causa del Hijo del hombre. (Lucas 6, 22)

  • Se presentaron donde él su madre y sus hermanos, pero no podían llegar hasta él a causa de la gente. (Lucas 8, 19)

  • como esta viuda me causa molestias, le voy a hacer justicia para que no venga continuamente a importunarme."» (Lucas 18, 5)

  • Trataba de ver quién era Jesús, pero no podía a causa de la gente, porque era de pequeña estatura. (Lucas 19, 3)


“É difícil tornar-se santo. Difícil, mas não impossível. A estrada da perfeição é longa, tão longa quanto a vida de cada um. O consolo é o repouso no decorrer do caminho. Mas, apenas restauradas as forças, é necessário levantar-se rapidamente e retomar a viagem!” São Padre Pio de Pietrelcina