Löydetty 32 Tulokset: dejé

  • Y dijimos a mi señor: "Imposible que el muchacho deje a su padre, pues si le dejara, éste moriría." (Génesis 44, 22)

  • Respondió Faraón: «¿Quién es Yahveh para que yo escuche su voz y deje salir a Israel? No conozco a Yahveh y no dejaré salir a Israel.» (Exodo 5, 2)

  • «Ve a hablar con Faraón, rey de Egipto, para que deje salir a los israelitas fuera de su territorio.» (Exodo 6, 11)

  • tú le dirás cuanto yo te mande; y Aarón, tu hermano, se lo dirá a Faraón, para que deje salir de su país a los israelitas. (Exodo 7, 2)

  • Dijo Yahveh a Moisés: «Todavía traeré una plaga más sobre Faraón y sobre Egipto; tras de lo cual os dejará marchar de aquí y cuando, por fin, os deje salir del país, él mismo os expulsará de aquí. (Exodo 11, 1)

  • En esto consiste la impureza causada por su flujo: sea que su cuerpo deje destilar el flujo, o lo retenga, es impuro. (Levítico 15, 3)

  • Pero el que, encontrándose puro y no habiendo estado de viaje, deje de celebrar la Pascua, ese tal será extirpado de su pueblo. Ese hombre cargará con su pecado, por no haber presentado la ofrenda a Yahveh a su tiempo. (Números 9, 13)

  • Si tu padre nota mi ausencia, dirás: "David me ha pedido con insistencia que le deje hacer una escapada a Belén, su ciudad, porque se celebra el sacrificio anual de toda la familia." (I Samuel 20, 6)

  • Abner llamó a Joab y le dijo: «¿Hasta cuándo devorará la espada? ¿No sabes que, al cabo, todo será amargura? ¿ Hasta cuándo esperas a decir al pueblo que deje de perseguir a sus hermanos?» (II Samuel 2, 26)

  • Sus servidores le dijeron: «Hemos oído que los reyes de la casa de Israel son reyes misericordiosos. Deja que nos pongamos sayales sobre nuestros lomos y cuerdas en nuestras cabezas y salgamos hacia el rey de Israel. Acaso te deje la vida.» (I Reyes 20, 31)

  • Y entró para hacer los sacrificios y los holocaustos. Pero Jehú había colocado fuera ochenta hombres y dijo: « El que deje escapar a uno de los hombres que yo voy a entregar en vuestras manos, responderá con su vida.» (II Reyes 10, 24)

  • Me levanté al punto y sin probar la comida, alcé el cadáver de la plaza y lo dejé en una habitación, en espera de que se pusiera el sol, para enterrarlo. (Tobías 2, 4)


Jesus lhe quer bem, da maneira que só Ele sabe amar.” São Padre Pio de Pietrelcina