Löydetty 158 Tulokset: descanso en el séptimo día

  • Se reunieron junto al rey todos los hombres de Israel, en la fiesta del mes séptimo. (II Crónicas 5, 3)

  • El día veintitrés del mes séptimo, Salomón envió al pueblo a sus tiendas alegre y contento en su corazón por el bien que Yahveh había hecho a David, a Salomón y a su pueblo Israel. (II Crónicas 7, 10)

  • El año séptimo, Yehoyadá cobró ánimo y envió a buscar a los jefes de cien, a Azarías, hijo de Yerojam; a Ismael, hijo de Yehojanán; a Azarías, hijo de Obed; a Maaseías, hijo de Adaías, y a Elisafat, hijo de Zikrí; concertando un pacto con ellos, (II Crónicas 23, 1)

  • En el mes tercero comenzaron a apilar los montones y terminaron el mes séptimo. (II Crónicas 31, 7)

  • Llegado el séptimo mes, los israelitas estaban ya en sus ciudades y entonces todo el pueblo se congregó como un solo hombre en Jerusalén. (Esdras 3, 1)

  • Desde el día primero del séptimo mes, comenzaron a ofrecer holocaustos a Yahveh, aunque no se habían echado todavía los cimientos del santuario de Yahveh. (Esdras 3, 6)

  • Subieron también a Jerusalén, el año séptimo del rey Artajerjes, parte de los israelitas, de los sacerdotes, levitas, cantores, porteros y donados. (Esdras 7, 7)

  • El llegó a Jerusalén el mes quinto: era el año séptimo del rey. (Esdras 7, 8)

  • Los sacerdotes, los levitas, los porteros, los cantores, los donados y todos los demás israelitas se establecieron en sus ciudades. Llegado el mes séptimo, (Nehemías 7, 72)

  • Trajo el sacerdote Esdras la Ley ante la asamblea, integrada por hombres, mujeres y todos los que tenían uso de razón. Era el día uno del mes séptimo. (Nehemías 8, 2)

  • Y encontraron escrito en la Ley que Yahveh había mandado por medio de Moisés que los hijos de Israel habitaran en cabañas durante la fiesta del séptimo mes. (Nehemías 8, 14)

  • Si las gentes del país traen, en día de sábado, mercancías o cualquier otra clase de comestibles para vender, nada les compraremos en día de sábado ni en día sagrado. En el año séptimo abandonaremos el producto de la tierra y todas las deudas. (Nehemías 10, 32)


“Não nos preocupemos quando Deus põe à prova a nossa fidelidade. Confiemo-nos à Sua vontade; é o que podemos fazer. Deus nos libertará, consolará e enorajará.” São Padre Pio de Pietrelcina