Löydetty 230 Tulokset: gracia

  • Y todo esto, para vuestro bien a fin de que cuantos más reciban la gracia, mayor sea el agradecimiento, para gloria de Dios. (II Corintios 4, 15)

  • Y como cooperadores suyos que somos, os exhortamos a que no recibáis en vano la gracia de Dios. (II Corintios 6, 1)

  • Os damos a conocer, hermanos, la gracia que Dios ha otorgado a las Iglesias de Macedonia. (II Corintios 8, 1)

  • nos pedían con mucha insistencia la gracia de participar en el servicio en bien de los santos. (II Corintios 8, 4)

  • Y poderoso es Dios para colmaros de toda gracia a fin de que teniendo, siempre y en todo, todo lo necesario, tengáis aún sobrante para toda obra buena. (II Corintios 9, 8)

  • Y con su oración por vosotros, manifiestan su gran afecto hacia vosotros a causa de la gracia sobreabundante que en vosotros ha derramado Dios. (II Corintios 9, 14)

  • Pero él me dijo: «Mi gracia te basta, que mi fuerza se muestra perfecta en la flaqueza». Por tanto, con sumo gusto seguiré gloriándome sobre todo en mis flaquezas, para que habite en mí la fuerza de Cristo. (II Corintios 12, 9)

  • La gracia del Señor Jesucristo, el amor de Dios y la comunión del Espíritu Santo sean con todos vosotros. (II Corintios 13, 13)

  • Gracia a vosotros y paz de parte de Dios, nuestro Padre, y del Señor Jesucristo, (Gálatas 1, 3)

  • Me maravillo de que abandonando al que os llamó por la gracia de Cristo, os paséis tan pronto a otro evangelio (Gálatas 1, 6)

  • Mas, cuando Aquel que me separó desde el seno de mi madre y me llamó por su gracia, tuvo a bien (Gálatas 1, 15)

  • y reconociendo la gracia que me había sido concedida, Santiago, Cefas y Juan, que eran considerados como columnas, nos tendieron la mano en señal de comunión a mí y a Bernabé: nosotros nos iríamos a los gentiles y ellos a los circuncisos; (Gálatas 2, 9)


“Se quisermos colher é necessário não só semear, mas espalhar as sementes num bom campo. Quando as sementes se tornarem plantas, devemos cuidá-las para que as novas plantas não sejam sufocadas pelas ervas daninhas.” São Padre Pio de Pietrelcina