Löydetty 445 Tulokset: historia de esau y jacob

  • Entonces Jacob se procuró unas vares verdes de álamo, de almendro y de plátano, y labró en ellas unas muescas blancas, dejando al descubierto lo blanco de las varas, (Génesis 30, 37)

  • Luego separó Jacob los machos, echándolos a lo listado y negro que ahora había en el rebaño de Labán, y así se fue formando unos hatajos propios, que no mezclaba con el rebaño de Labán. (Génesis 30, 40)

  • Además, siempre que se calentaban las reses vigorosas, poníales Jacob las varas ante los ojos en las pilas, para que se calentaran bajo el influjo de las varas; (Génesis 30, 41)

  • mas cuando el ganado estaba débil, no las ponía de modo que las crías débiles eran para Labán, y las vigorosas para Jacob. (Génesis 30, 42)

  • Oyó Jacob que los hijos de Labán decían: «Jacob se ha apoderado de todo lo de nuestro padre, y con lo de nuestro padre ha hecho toda esa fortuna.» (Génesis 31, 1)

  • Jacob observó el rostro de Labán y vio que ya no era para con él como hasta entonces. (Génesis 31, 2)

  • Entonces Yahveh dijo a Jacob: «Vuélvete a la tierra de tus padres, a tu patria, y yo estaré contigo.» (Génesis 31, 3)

  • Jacob envió a llamar a Raquel y a Lía al campo, donde estaba su rebaño, (Génesis 31, 4)

  • Y me dijo el Angel de Dios en aquel sueño: "¡Jacob!" Yo respondí: "Aquí estoy." (Génesis 31, 11)

  • Levantóse Jacob, montó a sus hijos y a sus mujeres en los camellos, (Génesis 31, 17)

  • y Jacob actuó a hurtadillas de Labán el arameo, no dándole ningún indicio de que se fugaba. (Génesis 31, 20)

  • Al tercer día recibió Labán la noticia de que Jacob se había fugado. (Génesis 31, 22)


“Seja grato e beije docemente a mão de Deus. É sempre a mão de um pai que pune porque lhe quer bem” São Padre Pio de Pietrelcina