Löydetty 50 Tulokset: matar

  • Yo te he dicho: "Deja ir a mi hijo para que me dé culto," pero como tú no quieres dejarle partir, mira que yo voy a matar a tu hijo, a tu primogénito.» (Exodo 4, 23)

  • Los israelitas les decían: «¡Ojalá hubiéramos muerto a manos de Yahveh en la tierra de Egipto cuando nos sentábamos junto a las ollas de carne, cuando comíamos pan hasta hartarnos! Vosotros nos habéis traído a este desierto para matar de hambre a toda esta asamblea.» (Exodo 16, 3)

  • Pero al que se atreva a matar a su prójimo con alevosía, hasta de mi altar le arrancarás para matarle. (Exodo 21, 14)

  • y le encuentra el vengador de la sangre fuera del término de su ciudad de asilo, el vengador de la sangre podrá matar al homicida, sin ser responsable de su sangre, (Números 35, 27)

  • Cuando Israel acabó de matar a todos los habitantes de Ay en el campo y en el desierto, hasta donde habían salido en su persecución, y todos ellos cayeron a filo de espada hasta no quedar uno, todo Israel volvió a Ay y pasó a su población a filo de espada. (Josué 8, 24)

  • Así devolvió Dios a Abimélek el mal que había hecho a su padre al matar a sus setenta hermanos. (Jueces 9, 56)

  • Ellos le dijeron: «Hemos bajado para amarrarte y entregarte en manos de los filisteos.» Sansón les dijo: «Juradme que no me vais a matar vosotros mismos.» (Jueces 15, 12)

  • Los benjaminitas salieron a su encuentro y se dejaron atraer lejos de la ciudad. Comenzaron como las otras veces a matar gente del pueblo por los caminos que suben, uno a Betel y otro a Guibeá, a campo raso: unos treinta hombres de Israel. (Jueces 20, 31)

  • Cuando volvió David de matar al filisteo, le tomó Abner y le llevó ante Saúl con la cabeza del filisteo en la mano . (I Samuel 17, 57)

  • A su regreso, cuando volvió David de matar al filisteo, salían las mujeres de todas la ciudades de Israel al encuentro del rey Saúl para cantar danzando al son de adufes y triángulos con cantos de alegria. (I Samuel 18, 6)

  • Dijo David a Abner: «¿No eres tú un hombre? ¿Quién como tú en Israel? ¿Por qué, pues, no has custadiado al rey tu señor? Pues uno del pueblo ha entrado para matar al rey, tu señor. (I Samuel 26, 15)

  • Le dijo David: «¿Cómo no has temido alzar tu mano para matar al ungido de Yahveh?» (II Samuel 1, 14)


"Tente percorrer com toda a simplicidade o caminho de Nosso Senhor e não se aflija inutilmente.” São Padre Pio de Pietrelcina