Löydetty 920 Tulokset: muros de Jerusalén

  • Jesús, volviéndose a ellas, dijo: «Hijas de Jerusalén, no lloréis por mí; llorad más bien por vosotras y por vuestros hijos. (Lucas 23, 28)

  • Aquel mismo día iban dos de ellos a un pueblo llamado Emaús, que distaba sesenta estadios de Jerusalén, (Lucas 24, 13)

  • Uno de ellos llamado Cleofás le respondió: «¿Eres tú el único residente en Jerusalén que no sabe las cosas que estos días han pasado en ella?» (Lucas 24, 18)

  • Y, levantándose al momento, se volvieron a Jerusalén y encontraron reunidos a los Once y a los que estaban con ellos, (Lucas 24, 33)

  • y se predicara en su nombre la conversión para perdón de los pecados a todas las naciones, empezando desde Jerusalén. (Lucas 24, 47)

  • Ellos, después de postrarse ante él, se volvieron a Jerusalén con gran gozo, (Lucas 24, 52)

  • Y este fue el testimonio de Juan, cuando los judíos enviaron donde él desde Jerusalén sacerdotes y levitas a preguntarle: «¿Quién eres tú?» (Juan 1, 19)

  • Se acercaba la Pascua de los judíos y Jesús subió a Jerusalén. (Juan 2, 13)

  • Mientras estuvo en Jerusalén, por la fiesta de la Pascua, creyeron muchos en su nombre al ver las señales que realizaba. (Juan 2, 23)

  • Nuestros padres adoraron en este monte y vosotros decís que en Jerusalén es el lugar donde se debe adorar.» (Juan 4, 20)

  • Jesús le dice: «Créeme, mujer, que llega la hora en que, ni en este monte, ni en Jerusalén adoraréis al Padre. (Juan 4, 21)

  • Cuando llegó, pues, a Galilea, los galileos le hicieron un buen recibimiento, porque habían visto todo lo que había hecho en Jerusalén durante la fiesta, pues también ellos habían ido a la fiesta. (Juan 4, 45)


“É necessário manter o coração aberto para o Céu e aguardar, de lá, o celeste orvalho.” São Padre Pio de Pietrelcina