Löydetty 136 Tulokset: pacto eterno

  • Fuego vendrá sobre ella de parte del Eterno por largos días, y será morada de demonios durante mucho tiempo. (Baruc 4, 35)

  • Envuélvete en el manto de la justicia que procede de Dios, pon en tu cabeza la diadema de gloria del Eterno. (Baruc 5, 2)

  • Escogió luego a uno de estirpe real, concluyó un pacto con él y le hizo prestar juramento, después de haberse llevado a los grandes del país, (Ezequiel 17, 13)

  • Pero este príncipe se ha rebelado contra él enviando mensajeros a Egipto en busca de caballos y tropas en gran número. ¿Le saldrá bien? ¿Se salvará el que ha hecho esto? Ha roto el pacto ¡y va a salvarse! (Ezequiel 17, 15)

  • Por mi vida, oráculo del Señor Yahveh, que en el lugar del rey que le puso en el trono, cuyo juramento despreció y cuyo pacto rompió, allí en medio de Babilonia morirá. (Ezequiel 17, 16)

  • Ha despreciado el juramento, rompiendo el pacto; aun después de haber dado su mano, ha hecho todo esto: ¡no tendrá remedio! (Ezequiel 17, 18)

  • Así dice el Señor Yahveh: Porque los filisteos han actuado vengativamente y han ejecutado su venganza con desprecio y animosidad, tratando de destruir a impulsos de un odio eterno, (Ezequiel 25, 15)

  • Por haber alimentado un odio eterno y haber entregado a la espada a los hijos de Israel el día de su desastre, el día de su última culpa, (Ezequiel 35, 5)

  • Ofrecerás además cada mañana, como oblación, un sexto de medida, y de aceite, un tercio de sextario, para amasar la flor de harina. Esto es la oblación a Yahveh, decreto eterno, fijo para siempre. (Ezequiel 46, 14)

  • ¡Que grandes sus prodigios, qué poderosos sus milagros! ¡Reino eterno es su reino, su imperio de generación en generación! (Daniel 3, 100)

  • «Al cabo del tiempo fijado, yo, Nabucodonosor, levanté los ojos al cielo, y la razón volvió a mí; entonces bendije al Altísimo, alabando y exaltando al que vive eternamente, cuyo imperio es un imperio eterno, y cuyo reino dura por todas las generaciones. (Daniel 4, 31)

  • A él se le dio imperio, honor y reino, y todos los pueblos, naciones y lenguas le sirvieron. Su imperio es un imperio eterno, que nunca pasará, y su reino no será destruido jamás. (Daniel 7, 14)


“Que Nossa Senhora nos obtenha o amor à cruz, aos sofrimentos e às dores.” São Padre Pio de Pietrelcina