Löydetty 133 Tulokset: pequeño cuerno

  • Y dije: «¿Qué vienen a hacer éstos?» El habló y dijo: «(Aquellos son los cuernos que dispersaron a Judá, hasta que nadie osó levantar cabeza.) Y éstos han venido a espantarlos (a abatir los cuernos de las naciones que alzaron el cuerno contra la tierra de Judá para dispersarla).» (Zacarías 2, 4)

  • Yahveh aparecerá sobre ellos, y saldrá como relámpago su flecha; (el Señor) Yahveh tocará el cuerno y avanzará en los torbellinos del sur. (Zacarías 9, 14)

  • Por tanto, el que traspase uno de estos mandamientos más pequeños y así lo enseñe a los hombres, será el más pequeño en el Reino de los Cielos; en cambio, el que los observe y los enseñe, ése será grande en el Reino de los Cielos. (Mateo 5, 19)

  • «En verdad os digo que no ha surgido entre los nacidos de mujer uno mayor que Juan el Bautista; sin embargo, el más pequeño en el Reino de los Cielos es mayor que él. (Mateo 11, 11)

  • Así pues, quien se haga pequeño como este niño, ése es el mayor en el Reino de los Cielos. (Mateo 18, 4)

  • «Os digo: Entre los nacidos de mujer no hay ninguno mayor que Juan; sin embargo el más pequeño en el Reino de Dios es mayor que él. (Lucas 7, 28)

  • y les dijo: «El que reciba a este niño en mi nombre, a mí me recibe; y el que me reciba a mí, recibe a Aquel que me ha enviado; pues el más pequeño de entre vosotros, ése es mayor.» (Lucas 9, 48)

  • Si, pues, no sois capaces ni de lo más pequeño, ¿por qué preocuparos de lo demás? (Lucas 12, 26)

  • «No temas, pequeño rebaño, porque a vuestro Padre le ha parecido bien daros a vosotros el Reino. (Lucas 12, 32)

  • Cuando vino el día hubo un alboroto no pequeño entre los soldados, sobre qué habría sido de Pedro. (Hechos 12, 18)

  • Por entonces se produjo un tumulto no pequeño con motivo del Camino. (Hechos 19, 23)

  • Mirad también las naves: aunque sean grandes y vientos impetuosos las empujen, son dirigidas por un pequeño timón adonde la voluntad del piloto quiere. (Santiago 3, 4)


“Não desperdice suas energias em coisas que geram preocupação, perturbação e ansiedade. Uma coisa somente é necessária: elevar o espírito e amar a Deus.” São Padre Pio de Pietrelcina