Löydetty 3362 Tulokset: pueblo de Israel

  • Y en otro lugar: Gentiles, regocijaos juntamente con su pueblo; (Romanos 15, 10)

  • No os hagáis idólatras al igual de algunos de ellos, como dice la Escritura: «Sentóse el pueblo a comer y a beber y se levantó a divertirse.» (I Corintios 10, 7)

  • Fijaos en el Israel según la carne. Los que comen de las víctimas ¿no están acaso en comunión con el altar? (I Corintios 10, 18)

  • Está escrito en la Ley: Por hombres de lenguas extrañas y por boca de extraños hablaré yo a este pueblo, y ni así me escucharán, dice el Señor. (I Corintios 14, 21)

  • Que si el ministerio de la muerte, grabado con letras sobre tablas de piedra, resultó glorioso hasta el punto de no poder los hijos de Israel fijar su vista en el rostro de Moisés a causa de la gloria de su rostro, aunque pasajera, (II Corintios 3, 7)

  • ¿Qué conformidad entre el santuario de Dios y el de los ídolos? Porque nosotros somos santuario de Dios vivo, como dijo Dios: Habitaré en medio de ellos y andaré entre ellos; yo seré su Dios y ellos serán mi pueblo. (II Corintios 6, 16)

  • Y para todos los que se sometan a esta regla, paz y misericordia, lo mismo que para el Israel de Dios. (Gálatas 6, 16)

  • que es prenda de nuestra herencia, para redención del Pueblo de su posesión, para alabanza de su gloria. (Efesios 1, 14)

  • estabais a la sazón lejos de Cristo, excluidos de la ciudadanía de Israel y extraños a las alianzas de la Promesa, sin esperanza y sin Dios en el mundo. (Efesios 2, 12)

  • Circuncidado el octavo día; del linaje de Israel; de la tribu de Benjamín; hebreo e hijo de hebreos; en cuanto a la Ley, fariseo; (Filipenses 3, 5)

  • el cual se entregó por nosotros a fin de rescatarnos de toda iniquidad y purificar para sí un pueblo que fuese suyo, fervoroso en buenas obras. (Tito 2, 14)

  • Por eso tuvo que asemejarse en todo a sus hermanos, para ser misericordioso y Sumo Sacerdote fiel en lo que toca a Dios, en orden a expiar los pecados del pueblo. (Hebreos 2, 17)


“Cuide de estar sempre em estado de graça.” São Padre Pio de Pietrelcina