Löydetty 331 Tulokset: pueblos cananeos

  • Y se maravilló de su falta de fe. Y recorría los pueblos del contorno enseñando. (Marcos 6, 6)

  • Despídelos para que vayan a las aldeas y pueblos del contorno a comprarse de comer.» (Marcos 6, 36)

  • Y dondequiera que entraba, en pueblos, ciudades o aldeas, colocaban a los enfermos en las plazas y le pedían que tocaran siquiera la orla de su manto; y cuantos la tocaron quedaban salvados. (Marcos 6, 56)

  • Salió Jesús con sus discípulos hacia los pueblos de Cesarea de Filipo, y por el camino hizo esta pregunta a sus discípulos: «¿Quién dicen los hombres que soy yo?» (Marcos 8, 27)

  • la que has preparado a la vista de todos los pueblos, (Lucas 2, 31)

  • Un día que estaba enseñando, había sentados algunos fariseos y doctores de la ley que habían venido de todos los pueblos de Galilea y Judea, y de Jerusalén. El poder del Señor le hacía obrar curaciones. (Lucas 5, 17)

  • Y sucedió a continuación que iba por ciudades y pueblos, proclamando y anunciando la Buena Nueva del Reino de Dios; le acompañaban los Doce, (Lucas 8, 1)

  • Saliendo, pues, recorrían los pueblos, anunciando la Buena Nueva y curando por todas partes. (Lucas 9, 6)

  • Pero el día había comenzado a declinar, y acercándose los Doce, le dijeron: «Despide a la gente para que vayan a los pueblos y aldeas del contorno y busquen alojamiento y comida, porque aquí estamos en un lugar deshabitado.» (Lucas 9, 12)

  • Atravesaba ciudades y pueblos enseñando, mientras caminaba hacia Jerusalén. (Lucas 13, 22)

  • tú que has dicho por el Espíritu Santo, por boca de nuestro padre David, tu siervo: ¿A qué esta agitación de las naciones, estos vanos proyectos de los pueblos? (Hechos 4, 25)

  • «Porque verdaderamente en esta ciudad se han aliado Herodes y Poncio Pilato con las naciones y los pueblos de Israel contra tu santo siervo Jesús, a quien has ungido , (Hechos 4, 27)


“Para que se preocupar com o caminho pelo qual Jesus quer que você chegue à pátria celeste – pelo deserto ou pelo campo – quando tanto por um como por outro se chegará da mesma forma à beatitude eterna?” São Padre Pio de Pietrelcina