Löydetty 177 Tulokset: puertas
y les dices: Oíd la palabra de Yahveh, reyes de Judá, y todo Judá y los habitantes de Jerusalén que entráis por estas puertas. (Jeremías 17, 20)
Así dice Yahveh: «Guardaos, por vida vuestra, de llevar carga en día de sábado y meterla por las puertas de Jerusalén. (Jeremías 17, 21)
Que si me hacéis caso - oráculo de Yahveh - no metiendo carga por las puertas de esta ciudad en sábado y santificando el día de sábado sin realizar en él trabajo alguno, (Jeremías 17, 24)
entonces entrarán por las puertas de esta ciudad reyes que se sienten sobre el trono de David, montados en carros y caballos, ellos y sus oficiales, la gente de Judá y los habitantes de Jerusalén. Y durará esta ciudad para siempre. (Jeremías 17, 25)
Pero si no me oyereis en cuanto a santificar el sábado y no llevar carga ni meterla por las puertas de Jerusalén en sábado, entonces prenderé fuego a sus puertas, que consumirá los palacios de Jerusalén, y no se apagará. (Jeremías 17, 27)
Dirás: Oye la palabra de Yahveh, tú, rey de Judá, que ocupas el trono de David, y tus servidores y pueblo - los que entran por estas puertas -. (Jeremías 22, 2)
Porque si ponéis en práctica esta palabra, entonces seguirán entrando por las puertas de esta casa reyes sucesores de David en el trono, montados en carros y caballos, junto con sus servidores y su pueblo. (Jeremías 22, 4)
El entierro de un borrico será el suyo: arrastrarlo y tirarlo fuera de las puertas de Jerusalén. (Jeremías 22, 19)
Alzaos, subid contra la nación pacífica que vive confiada - oráculo de Yahveh -. Ni puertas ni cerrojos tiene. En aislamiento viven. (Jeremías 49, 31)
Así dice Yahveh Sebaot: Aquella ancha muralla de Babilonia ha de ser socavada, y aquellas sus altas puertas con fuego han de ser quemadas, y se habrán fatigado pueblos para nada, y naciones para el fuego se habrán cansado. (Jeremías 51, 58)
Dálet. Las calzadas de Sión están de luto, que nadie viene a las solemnidades. Todas sus puertas desoladas, sus sacerdotes gimiendo, afligidas sus vírgenes, ¡y ella misma en amargura! (Lamentaciones 1, 4)
Tet. Sus puertas en tierra se han hundido, él ha deshecho y roto sus cerrojos; su rey y sus príncipes están entre las gentes; ¡ya no hay Ley! Y tampoco sus profetas logran visiones de Yahveh. (Lamentaciones 2, 9)