Löydetty 263 Tulokset: tribu de zabulón

  • Y dijo Lía: «Me ha hecho Dios un buen regalo. Ahora sí que me apreciará mi marido, pues le he dado seis hijos.» Y le llamó Zabulón. (Génesis 30, 20)

  • Hijos de Lía: el primogénito de Jacob, Rubén; después Simeón, Leví, Judá, Isacar y Zabulón. (Génesis 35, 23)

  • los hijos de Zabulón: Séred, Elón, Yajleel. (Génesis 46, 14)

  • Zabulón habita en la ribera del mar, y es tripulante de barcos, a horcajadas sobre Sidón. (Génesis 49, 13)

  • Isacar, Zabulón, Benjamín, (Exodo 1, 3)

  • Mira que he designado a Besalel, hijo de Urí, hijo de Jur, de la tribu de Judá; (Exodo 31, 2)

  • Mira que yo le he dado por colaborador a Oholiab, hijo de Ajisamak, de la tribu de Dan; y además, en el corazón de todos los hombres hábiles he infundido habilidad para que hagan todo lo que te he mandado: (Exodo 31, 6)

  • Moisés dijo entonces a los israelitas: «Mirad, Yahveh ha designado a Besalel, hijo de Urí, hijo de Jur, de la tribu de Judá, (Exodo 35, 30)

  • a él y Oholiab, hijo de Ajisamak de la tribu de Dan, les ha puesto en el corazón el don de enseñar. (Exodo 35, 34)

  • Besalel, hijo de Urí, hijo de Jur, de la tribu de Judá, hizo todo cuanto Yahveh había mandado a Moisés, (Exodo 38, 22)

  • juntamente con Oholiab, hijo de Ajisamak, de la tribu de Dan, que era artífice, bordador y recamador en púrpura violeta y escarlata, en carmesí y lino fino. (Exodo 38, 23)

  • el hijo de la israelita balsfemó y maldijo el Nombre, por lo que le llevaron ante Moisés. Su madre se llamaba Selomit, hija de Dibrí, de la tribu de Dan. (Levítico 24, 11)


“Pobres e desafortunadas as almas que se envolvem no turbilhão de preocupações deste mundo. Quanto mais amam o mundo, mais suas paixões crescem, mais queimam de desejos, mais se tornam incapazes de atingir seus objetivos. E vêm, então, as inquietações, as impaciências e terríveis sofrimentos profundos, pois seus corações não palpitam com a caridade e o amor. Rezemos por essas almas desafortunadas e miseráveis, para que Jesus, em Sua infinita misericórdia, possa perdoá-las e conduzi-las a Ele.” São Padre Pio de Pietrelcina