Löydetty 412 Tulokset: voz
Aquí estoy contra ti, - oráculo de Yahveh Sebaot -: encenderé en humareda tus carros, y la espada devorará a tus leoncillos; suprimiré de la tierra tu presa, y no se oirá más la voz de tus mensajeros. (Nahún 2, 14)
te ven y se espantan los montes, un diluvio de agua pasa, el abismo deja oír su voz. En alto levanta sus manos (Habacuc 3, 10)
¡He oído y mis entrañas se estremecen, a esa voz titubean mis labios, penetra la caries en mis huesos, bajo mí tiemblan mis pasos! Tranquilo espero el día de la angustia, que va a subir sobre el pueblo que nos asalta. (Habacuc 3, 16)
No ha escuchado la voz, no ha aceptado la corrección; en Yahveh no ha puesto su confianza, a su Dios no se ha acercado. (Sofonías 3, 2)
Zorobabel, hijo de Sealtiel, Josué, hijo de Yehosadaq, sumo sacerdote, y todo el Resto del pueblo escucharon la voz de Yahveh, su Dios, y las palabras del profeto Ageo, según la misión que Yahveh su Dios le había encomendado, y temió el pueblo delante de Yahveh. (Ageo 1, 12)
Y los que están lejos vendrán y reedificarán el Templo de Yahveh. Sabréis entonces que Yahveh Sebaot me ha enviado a vosotros. Así será si de verdad escucháis la voz de Yahveh vuestro Dios.» (Zacarías 6, 15)
Este es aquél de quien habla el profeta Isaías cuando dice: Voz del que clama en el desierto: Preparad el camino del Señor, enderezad sus sendas. (Mateo 3, 3)
Y una voz que salía de los cielos decía: «Este es mi Hijo amado, en quien me complazco.» (Mateo 3, 17)
No disputará ni gritará, ni oirá nadie en las plazas su voz. (Mateo 12, 19)
Todavía estaba hablando, cuando una nube luminosa los cubrió con su sombra y de la nube salía una voz que decía: «Este es mi Hijo amado, en quien me complazco; escuchadle.» (Mateo 17, 5)
Y alrededor de la hora nona clamó Jesús con fuerte voz: «¡Elí, Elí! ¿lemá sabactaní?», esto es: «¡Dios mío, Dios mío! ¿por qué me has abandonado?» (Mateo 27, 46)
Voz del que clama en el desierto: Preparad el camino del Señor, enderezad sus sendas, (Marcos 1, 3)