Löydetty 59 Tulokset: Acuérdate

  • no será para ti un sufrimiento ni un remordimiento de conciencia el haber derramado sangre en vano y haberte hecho justicia por tu mano. Cuando el Señor haya hecho el bien a mi señor, acuérdate de tu sierva". (I Samuel 25, 31)

  • "¡Ay, Señor! Acuérdate de que me he conducido en tu servicio con fidelidad y de todo corazón, y he hecho lo que es justo a tus ojos". Y Ezequías rompió a llorar amargamente. (II Reyes 20, 3)

  • Pero acuérdate de lo que dijiste a tu siervo Moisés: Si sois infieles, yo os dispersaré entre las naciones; (Nehemías 1, 8)

  • ¡Acuérdate, oh Dios mío, para mi bien, de todo lo que he hecho por este pueblo! (Nehemías 5, 19)

  • ¡Acuérdate, Dios mío, de Tobías y Sambalat por lo que han hecho, de la profetisa Noadías y de los demás profetas que trataron de asustarme! (Nehemías 6, 14)

  • ¡Acuérdate de mí por esto, oh Dios mío, y no olvides las obras buenas que hice por el templo de mi Dios y por su servicio! (Nehemías 13, 14)

  • Ordené también a los levitas que se purificasen y viniesen a guardar las puertas, para que se santificara el sábado. ¡También por esto, acuérdate de mí, oh Dios mío, y ten piedad de mí conforme a tu gran misericordia! (Nehemías 13, 22)

  • ¡Acuérdate, oh Dios mío, de esta gente, que ha profanado el sacerdocio y el pacto de los sacerdotes y los levitas! (Nehemías 13, 29)

  • la ofrenda de la leña en sus plazos señalados y la de las primicias. ¡Acuérdate de mí, oh Dios mío, para mi bien! (Nehemías 13, 31)

  • Y ahora, Señor, acuérdate de mí, mírame y no castigues mis pecados, mi ignorancia y la de mis padres, que pecaron contra ti. (Tobías 3, 3)

  • Acuérdate, hijo mío, de los peligros a que estuvo expuesta cuando te llevaba en su seno. Cuando muera, entiérrala junto a mí, en la misma tumba. (Tobías 4, 4)

  • Acuérdate siempre del Señor, hijo mío, y no peques ni violes jamás sus mandamientos. Durante toda tu vida practica la justicia y no sigas los caminos de la injusticia; (Tobías 4, 5)


“Seja perseverante nas orações e nas santas leituras.” São Padre Pio de Pietrelcina