Löydetty 70 Tulokset: Amorreos

  • El Señor ha echado delante de nosotros a todos los pueblos y a los amorreos que vivían en el país. También nosotros serviremos al Señor, porque él es nuestro Dios". (Josué 24, 18)

  • Los amorreos contuvieron en la montaña a los de Dan y no los dejaron bajar a la llanura; (Jueces 1, 34)

  • los amorreos se mantuvieron en Har Jeres, en Ayalón y en Saalbín, pero cuando creció el poder de la casa de José fueron sometidos a trabajos forzados. (Jueces 1, 35)

  • Por eso los israelitas vivieron entre los cananeos, los hititas, los amorreos, los fereceos, los heveos y los jebuseos; (Jueces 3, 5)

  • Y os dije: Yo soy el Señor, vuestro Dios. No adoraréis a los dioses de los amorreos cuyas tierras vais a ocupar. Pero vosotros no me habéis obedecido". (Jueces 6, 10)

  • El Señor respondió: "Cuando los egipcios y los amorreos, los amonitas y los filisteos, (Jueces 10, 11)

  • Israel envió entonces mensajeros a Sijón, rey de los amorreos, rey de Jesbón, pidiéndole que le dejara pasar por su tierra hasta llegar a su destino. (Jueces 11, 19)

  • El Señor, Dios de Israel, entregó a Sijón y a todo su pueblo en manos de Israel, que los derrotó; e Israel se apoderó de todo el país de los amorreos que vivían en aquella región, (Jueces 11, 21)

  • y así ocupó todo el término de los amorreos desde el Arnón hasta el Yaboc y desde el desierto hasta el Jordán. (Jueces 11, 22)

  • Y si el Señor, Dios de Israel, expulsó a los amorreos ante su pueblo, Israel, ¿quieres tú ahora quitarle su posesión? (Jueces 11, 23)

  • Fueron devueltas a Israel las ciudades que le habían sido quitadas por los filisteos, desde Ecrón hasta Gat, e Israel libró su territorio de la mano de los filisteos. Además hubo paz entre Israel y los amorreos. (I Samuel 7, 14)

  • Entonces el rey convocó a los gabaonitas y les habló (los gabaonitas no eran israelitas, sino un resto de los amorreos; pero los israelitas estaban ligados a ellos con juramento y, sin embargo, Saúl había intentado exterminarlos en su celo por Israel y Judá). (II Samuel 21, 2)


“Não desperdice suas energias em coisas que geram preocupação, perturbação e ansiedade. Uma coisa somente é necessária: elevar o espírito e amar a Deus.” São Padre Pio de Pietrelcina