Löydetty 24 Tulokset: Aromas

  • La reina de Sabá tuvo conocimiento de la fama de Salomón, y fue a Jerusalén para ponerlo a prueba con enigmas. Iba revestida de poderío y seguida de una gran caravana de camellos cargados de aromas, oro en abundancia y piedras preciosas. Se presentó a Salomón y le planteó todo lo que pensaba. (II Crónicas 9, 1)

  • Luego ofreció al rey ciento cuatro mil kilos de oro y gran cantidad de aromas y piedras preciosas. Nunca más se vio tanta cantidad de aromas como la que la reina de Sabá ofreció al rey Salomón. (II Crónicas 9, 9)

  • y todos traían presentes: objetos de oro y plata, vestidos, armas, aromas, caballos y mulos. Esto todos los años. (II Crónicas 9, 24)

  • Fue colocado sobre un lecho lleno de aromas, esencias y ungüentos, preparados según el arte de la perfumería, y se hizo en su honor un fuego inmenso. (II Crónicas 16, 15)

  • Ezequías fue muy rico y famoso. Atesoró una gran cantidad de plata, oro, piedras preciosas, aromas, escudos y toda clase de objetos valiosos. (II Crónicas 32, 27)

  • ¡Qué delicioso es tu amor, hermana mía, novia mía, qué delicioso tu amor, más que el vino! ¡Y el olor de tus perfumes más que todos los aromas! (Cantar 4, 10)

  • Levántate, Aquilón; Austro, ven; soplad en mi jardín y exhale sus aromas. ¡Entre mi amor en su vergel y coma sus frutos exquisitos! (Cantar 4, 16)

  • Ezequías se alegró mucho y enseñó a los mensajeros su tesoro, la plata, el oro, los aromas, el aceite exquisito, así como su arsenal y lo que había en sus almacenes; nada quedó que Ezequías no les enseñara en su palacio y en sus posesiones. (Isaías 39, 2)

  • Los mercaderes de Sabá y Ramá cambiaban tus artículos por los más exquisitos aromas, por oro y toda clase de piedras preciosas. (Ezequiel 27, 22)

  • Regresaron y prepararon aromas y ungüentos. El sábado descansaron, como estaba prescrito. (Lucas 23, 56)

  • El primer día de la semana, al rayar el alba, volvieron al sepulcro llevando los aromas preparados. (Lucas 24, 1)

  • Se llevaron el cuerpo de Jesús y lo envolvieron en lienzos con aromas, como acostumbraban los judíos a sepultar. (Juan 19, 40)


“Se precisamos ter paciência para suportar os defeitos dos outros, quanto mais ainda precisamos para tolerar nossos próprios defeitos!” São Padre Pio de Pietrelcina