Löydetty 66 Tulokset: Bendición Sacerdotal

  • Mirad: yo os pongo hoy delante bendición y maldición. (Deuteronomio 11, 26)

  • Bendición, si obedecéis los mandamientos del Señor, vuestro Dios, que yo os prescribo hoy; (Deuteronomio 11, 27)

  • Cuando el Señor, tu Dios, te haya llevado a la tierra donde vas a entrar para tomar posesión de ella, colocarás la bendición sobre el monte Garizín y la maldición sobre el monte Ebal. (Deuteronomio 11, 29)

  • Así no habrá pobres junto a ti, pues el Señor te dará la bendición en la tierra que te da en herencia, (Deuteronomio 15, 4)

  • Porque a él le ha elegido el Señor, tu Dios, entre todas tus tribus para estar en su presencia, hacer el servicio divino y dar la bendición en su nombre, él y sus hijos eternamente. (Deuteronomio 18, 5)

  • Pero el Señor, tu Dios, no escuchó a Balaán, e incluso cambió la maldición en bendición en favor tuyo; porque el Señor, tu Dios, te ama. (Deuteronomio 23, 6)

  • Cuando hayáis pasado el Jordán, se pondrán en el monte Garizín las tribus de Simeón, Leví, Judá, Isacar, José y Benjamín para pronunciar la bendición al pueblo. (Deuteronomio 27, 12)

  • El Señor mandará la bendición para que te acompañe en tus graneros y en todas tus empresas. Te bendecirá en la tierra que el Señor, tu Dios, te da. (Deuteronomio 28, 8)

  • Cuando se hayan cumplido en ti todas estas palabras, la bendición y la maldición que he puesto delante de ti, y las hayas meditado en tu corazón en medio de las naciones donde te habrá arrojado el Señor, tu Dios, (Deuteronomio 30, 1)

  • Yo pongo hoy por testigos al cielo y la tierra; pongo delante de ti la vida y la muerte, la bendición y la maldición. Elige la vida, para que vivas tú y tu descendencia, (Deuteronomio 30, 19)

  • Ésta es la bendición que Moisés, hombre de Dios, pronunció sobre los israelitas antes de morir. (Deuteronomio 33, 1)

  • De Neftalí dijo: Neftalí, colmado de favores, lleno de la bendición del Señor, el mar y el mediodía son sus dominios. (Deuteronomio 33, 23)


“Se precisamos ter paciência para suportar os defeitos dos outros, quanto mais ainda precisamos para tolerar nossos próprios defeitos!” São Padre Pio de Pietrelcina