Löydetty 187 Tulokset: Dinero Sagrado

  • Consiente en perder dinero por un hermano y un amigo, no lo dejes enmohecerse debajo de una piedra. (Eclesiástico 29, 10)

  • En los banquetes no provoques al vecino ni te burles de él en su alegría; no le digas palabras injuriosas ni lo molestes con reclamaciones de dinero. (Eclesiástico 31, 30)

  • Abrí mi boca para hablar; compradla sin dinero. (Eclesiástico 51, 25)

  • Tu corazón recordará los días de terror: "¿Dónde está el que hacía cuentas, dónde el que pesaba el dinero, dónde el que contaba las torres?". (Isaías 33, 18)

  • No has comprado por dinero caña aromática para mí, ni me has saciado con la grasa de tus sacrificios; sólo con tus pecados me has oprimido, me has agobiado con tus iniquidades. (Isaías 43, 24)

  • ¡Oh, todos los que estáis sedientos, id por agua, aunque no tengáis dinero! Venid, comprad grano y comed, sin dinero y sin pagar, vino y leche. (Isaías 55, 1)

  • ¿Por qué gastáis vuestro dinero en lo que no es pan, y vuestro salario en lo que no llena? Escuchadme bien, y comeréis cosas buenas; y os deleitaréis con manjares exquisitos. (Isaías 55, 2)

  • ¡Ay de mí, madre mía, que me engendraste hombre de querella y de discordia para todo el país! No he prestado dinero, no he recibido préstamo, pero todos me maldicen. (Jeremías 15, 10)

  • Redacté el contrato, lo sellé en presencia de los testigos que había buscado y pesé el dinero en la balanza. (Jeremías 32, 10)

  • A pesar de todo, tú, oh Señor Dios, me dices: Compra por dinero este campo y toma testigos, mientras la ciudad cae en manos de los caldeos". (Jeremías 32, 25)

  • Se comprarán campos por dinero, se redactarán contratos, se los sellará y se tomarán testigos en el territorio de Benjamín, en los alrededores de Jerusalén y en las ciudades de Judá, en las de la montaña, en las del llano y en las del Negueb; porque haré cambiar su suerte -dice el Señor-". (Jeremías 32, 44)

  • -¡Cómo! ¿Apis se da a la fuga? ¿No resiste tu toro sagrado? ¡Sí, el Señor lo ha empujado, (Jeremías 46, 15)


“O Senhor nos dá tantas graças e nós pensamos que tocamos o céu com um dedo. Não sabemos, no entanto, que para crescer precisamos de pão duro, das cruzes, das humilhações, das provações e das contradições.” São Padre Pio de Pietrelcina